Barcelona reforzará la vigilancia en el Port Olímpic y el frente marítimo con un incremento de la presencia policial y con la instalación de cámaras de videovigilancia para recuperar un "ocio pacífico, tranquilo y de calidad", sin que se cronifique su actual "desbordamiento".

Así lo ha explicado en una rueda de prensa en el ayuntamiento de la ciudad el teniente de alcalde de Prevención y Seguridad, Albert Batlle, después de la reunión urgente convocada por el consistorio para abordar la seguridad en este espacio de la capital catalana, donde el fin de semana pasado murió un joven después de recibir una paliza.


A la reunión, ha detallado Batlle, han asistido representantes de los Mossos d'Esquadra, de los distritos de Ciutat Vella y Sant Martí y del área de servicios sociales de la ciudad, así como el órgano gestor del Port Olímpic, empresas de seguridad que operan en las dos zonas y representantes del gremio de la restauración.

Batlle ha apuntado, en cambio, que "ha echado de menos" la presencia de propietarios de locales de ocio nocturno del Port Olímpic, de los cuales sólo ha asistido uno de los aproximadamente 25 establecimientos de este tipo que hay.

El teniente de alcalde ha señalado también que el consistorio actuará para eliminar "zonas oscuras", poco iluminadas, que puedan facilitar la delincuencia y que priorizará "la lucha contra todo lo que sea violencia sexual".