Los Mossos d'Esquadra han detenido a un hombre por vender comprimidos de Rubifen que robaba de la farmacéutica donde trabajaba en Rubí. El arrestado -un vecino de Castellbisbal- era el encargado de supervisar el turno de noche de vigilancia en la empresa y aprovechaba esta condición para sustraer las cápsulas del medicamento rechazadas en el proceso de fabricación. El juez decretó prisión provisional para el hombre, que está imputado por delitos contra la salud pública y contra el patrimonio.

La investigación policial empezó el pasado septiembre cuando los Mossos detectaron que el trabajador de una empresa farmacéutica estaba apropiándose de productos para después venderlos por internet. En concreto, el presunto ladrón sustraía comprimidos de Rubifen, un fármaco psicotrópico con efectos similares a las anfetaminas que sólo se puede obtener legalmente con prescripción médica.

70 euros el lote

El detenido aprovechaba el turno de noche para coger del contenedor de rechazo las cápsulas del medicamento rechazadas en el proceso de producción por contener algún defecto. Al acabar la jornada laboral, el hombre se las llevaba a casa y las distribuía en pequeños lotes de entre 100 y 200 comprimidos en función de la dosis preparados para la venta.

Cada lote se vendía a unos 70 euros y se enviaban al cliente por correo postal a contra reembolso. Con el fin de promocionarse, el arrestado utilizaba anuncios en páginas web.

El hombre había establecido un sistema de vida muy por encima de sus capacidades económicas al haber conseguido perfeccionar el sistema de apropiación y distribución: Entre los meses de septiembre y octubre de 2018 hizo 154 envíos con los cuales consiguió más de 17.000 euros.

In fraganti

La policía lo detuvo el pasado 7 de noviembre en Castellbisbal in fraganti, cuando se disponía a hacer varios envíos del medicamento. Dentro del vehículo del arrestado había ocho sobres con varios lotes listos para enviar con unos 2.030 comprimidos en total.

Durante el operativo de los Mossos también se registró el domicilio del hombre, donde se intervinieron 187.860 pastillas de Rubifen -valoradas en unos 85.000 euros- y material para su distribución.