​El clamor en defensa del río Ebro y su Delta ha vuelto a resonar fuerte este domingo en el centro de Barcelona. 15.000 personas, según el Ayuntamiento, convocadas por más de 60 entidades, partidos políticos y sindicatos secundan la manifestación de la Plataforma en Defensa de l'Ebre (PDE) contra el Plan Hidrológico de la cuenca, en una especie de ‘continuación’ o ‘partido de vuelta’ de la histórica concentración del pasado 7 de febrero en Amposta.

Una riada de gente ha salido este 5-J de la plaça Universitat en un marcado ambiente festivo y reivindicativo, y para defender que la lucha por el Ebro es la de todo un país y no sólo de un territorio. La manifestación ha querido ser la prueba de fuego definitiva para convencer a la Comisión Europea de que haga modificar el actual Plan Hidrológico de la cuenca del Ebro al Gobierno español.

La fiesta cívica ha sido también una reivindicación política que ha salido de plaça Universitat y que ha acabado en la plaça de la Catedral con los parlamentos de las entidades de Catalunya, València y Aragón que están contra el Plan Hidrológico. Miquel Solana, desde Aragón, ha sido el más contundente contra el Gobierno español: "Llega una nueva manera de hacer política. Es la prueba del algodón de cómo gestionar el franco-pantanismo del siglo pasado". De hecho, todos los portavoces de las plataformas han retado al nuevo Gobierno que salga del 26-J y a todas las fuerzas políticas a derogar el Plan Hidrológico. Solana ha denunciado también el plan de cuenca de Aragón que prevé hacer 50 pantanos para transvasar el agua a Murcia y Barcelona.

Matilde Font de la Plataforma "Lo Riu és vida" ha sido contundente: "Porque lo que defendemos es lo más lógico, ganaremos". Y Laia Funtaner dels Joves de les Terres de l'Ebro se ha referido a la gestión "caciquil de los poderes fácticos locales que actúan como si todavía estuvieran en pleno franquismo", y ha denunciado la consulta en Tortosa de la semana pasada donde ganó el sí a mantener el monumento franquista que hay justo en medio del río. Por estas ideologías, ha dicho Funtaner, muchos jóvenes se han marchado de las Terres de l'Ebre y mantienen "la lucha que nos permita volver". 

Susanna Bella de la Plataforma Terres de l'Ebro ha proclamado que el Plan  Hidrológico de la cuenca "es el fin del Delta, uno de los espacios naturales más emblemáticos" y ha denunciado que las 450.000 hectáreas de nuevos regadíos y nuevos embalses "dejarán el caudal inferior a lo que había previsto el gobierno de Aznar y es la antesala del Plan Hidrológico Nacional".

La marcha ha sido una fiesta al final, en la plaça de la Catedral, donde Pepet i Marieta y Riu en so han puesto el toque musical en medio de los parlamentos que se han ido sucediendo sobre el escenario. Jotas de las Terres de l'Ebre y canción reivindicativa para cerrar una marcha azul que ha llenado el centro de la ciudad, también con la música de las bandas de Alcanar y Amposta.

El Plan Hidrológico de la cuenca del Ebro supone ampliar en más de 700.000 las hectáreas de regadíos en España, más de la mitad en la cuenca del Ebro.

Con esta nueva demanda de agua se podría absorber hasta el 70% de los caudales que circulan por esta demarcación, y el caudal ecológico del río en Tortosa se reducirá hasta 3.000 hectómetros cúbicos por año, por debajo de los cálculos recomendados por la comunidad científica y la Generalitat.

La segunda cabecera 

Varias cabeceras han formado la manifestación. En la segunda había toda la cúpula política del país con la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y el conseller de Infraestructures, Josep Rull. También había el cabeza de lista por Barcelona de En Comú Podem, Xavier Domènech; y su homólogo de ERC, Gabriel Rufián; el presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart; el eurodiputado Francesc Gambús; el secretario general de UGT, Camil Ros, y el coordinador de Unió de Pagesos, Joan Caball, entre otros.

La presidenta del Parlament, Carme Forcadell, ha asegurado que el Ebro sin caudal supondría la "muerte" del Delta. En declaraciones a los periodistas a la manifestación en defensa del río Ebro en Barcelona, ha aseverado que un plan que no defienda los caudales ecológicos del Ebro "no es un buen plan" para Catalunya. "No sólo es malo para los habitantes del Delta y de la zona del Ebro, es malo para todo el país", ha señalado Forcadell. La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha hablado en nombre de todo el gobierno municipal que ha asistido en pleno a la manifestación: "Estamos aquí para defender los bienes comunes. El agua, que es un bien fundamental, el delta, un ecosistema, y también el futuro de nuestros hijos e hijas. Para defender el territorio, la capital tenía que estar al lado de las Terres de l'Ebre".

El conseller de Territori i Sostenibilitat de la Generalitat, Josep Rull, ha afirmado que la Generalitat seguirá luchando "con todas sus energías" contra el Plan Hidrológico aprobado por el Gobierno español en funciones del PP, ya que lo considera perjudicial para el medio ambiente y la economía catalana. En declaraciones a periodistas, ha destacado que el plan aprobado es perjudicial a los caudales ecológicos del río Ebro, así como para su delta y los regadíos, porque "no apuesta por su modernización". Rull ha explicado que los manifestantes hablan "el mismo lenguaje" que la Unión Europea (UE) porque, de la misma manera que la Directiva marco del agua, defienden una apelación de usos y que estos tienen que ser compatibles, pero que hay uno prioritario: el caudal ecológico del río. Para el conseller, la sostenibilidad significa "extender la calidad de vida" de las generaciones presentes sin hipotecar la de las futuras, y que la Generalitat ha presentado un contencioso administrativo a nivel de la UE. "Si Catalunya tuviera un Estado propio, sería mucho más sencillo defender el caudal ecológico del Ebro", ha afirmado, y ha puesto el ejemplo de Portugal como un Estado independiente que tiene potestad en relación con el río Tajo y Duero.