Memoria histórica. El rey Guillermo Alejandro de Países Bajos ha pedido disculpas este sábado por el papel de la Casa Real en la esclavitud y el comercio transatlántico de esclavos. Lo ha hecho en un acto de conmemoración en Amsterdam del 150.º aniversario de la liberación de los esclavos en las colonias neerlandesas. Miles de descendientes de esclavos de territorios como Surinam --la antigua Guayana Neerlandesa-- y las islas caribeñas de Aruba, Bonaire y Curaçao han asistido a esta tradicional ceremonia anual del 'Keti Koti', que significa "romper las cadenas" en sranan tongo, una de las lenguas de Surinam. Su discurso ha recibido los aplausos del público, y también ha habido lágrimas de gran parte de los asistentes.

Es la primera vez que la Casa Real del país se pronuncia contra esta práctica que durante años contribuyó ampliamente a acumular la fortuna de la familia Orange-Nasáu, de la cual Guillermo Alejandro es descendiente. Había dudas sobre si el monarca aprovecharía esta ocasión para denunciar la esclavitud, y finalmente la presión de las organizaciones de descendientes de esclavos lo ha obligado a dar el paso. De hecho, el primer ministro de los Países Bajos, Mark Rutte, ya hizo una declaración institucional en que pronunció una disculpa formal en nombre de su país por la contribución histórica de la nación en el tráfico de esclavos, que calificó de "crimen contra la humanidad".

En su discurso, Guillermo Alejandro se ha pronunciado en términos similares. "Hoy me presento ante vosotros. Como vuestro rey y miembro del Gobierno, me disculpo yo mismo. Y siento el peso de estas palabras en mi corazón y en mi alma", ha empezado. "La esclavitud y el tráfico de esclavos se reconocen como un crimen de lesa humanidad. Y los stadhouder y reyes de la Casa de Orange-Nasáu no hicieron nada para detenerlo", ha reconocido. El monarca también ha calificado de "horror" la práctica, y ha afirmado que --si bien no puede hablar por toda la nación--, "la gran mayoría de ciudadanos neerlandeses dan apoyo a la lucha para la igualdad de todas las personas, sin tener en cuenta su color o herencia cultural". "Después del reconocimiento y de las disculpas, podemos trabajar conjuntamente para los cuidados, la reconciliación y la restauración", ha concluido.

El "siglo de oro" neerlandés

Según uno reciente informe solicitado por el ministerio neerlandés del Interior, las colonias, donde la economía esclavista estaba ampliamente implantada, aportaron entre 1675 y 1770 a la familia real lo equivalente a unos 545 millones de euros. Los reyes Guillermo I, Guillermo III y Guillermo IV de Orange-Nasáu, ancestros del actual monarca, figuran entre los principales beneficiarios.

El tráfico de esclavos contribuyó en particular a financiar el "siglo de oro" neerlandés, un periodo de prosperidad erigido sobre el comercio de ultramar los siglos XVI y XVII. Se evalúa que el tráfico neerlandés desplazó forzosamente a unos 600.000 africanos en las colonias neerlandesas de Sudamérica y el Caribe. La abolición oficial de la esclavitud tuvo lugar hace 160 años, si bien la aplicación real de esta medida no se consiguió hasta diez años después.