Miles de personas han salido a la calle en Terrassa para dar su apoyo al Ayuntamiento de la ciudad en su lucha abierta con la empresa Mina, que gestiona el agua de la cocapital vallesana desde hace 75 años. Una de las principales promesas electorales del actual alcalde, el socialista Jordi Ballart, es la remunicipalización del agua y, hoy, el conflicto está parado en los juzgados.

En el transcurso de la marcha, Ballart ha criticado la colaboración "nula" de la compañía y la ha acusado de poner "palos en las ruedas constantemente presentando recursos judiciales contra acuerdos municipales". El contrato de concesión entre Mina y el Ayuntamiento, firmado en 1941, ya ha llegado a su fin y la mayoría de concejales del pleno municipal -20 de 27- está a favor de la no renovación del contrato. "Nada nos detendrá en el objetivo de gestionar el agua como un bien común y nunca más como un negocio privado".

La jornada reivindicativa ha sido organizada por las entidades 'Taula del Aigua' y 'Aigua és Vida' y ha recorrido las calles del municipio hasta llegar a la Plaça del Raval de Montserrat, donde está el consistorio. La protesta ha contado con el apoyo de cerca de 100 entidades, sindicatos y partidos políticos, como el PSC, En Comú, ERC y la CUP. Los reclamos de los egarenses hoy han traspasado las fronteras de la ciudad. Aparte del equipo de gobierno y concejales del Ayuntamiento, también han hecho acto de presencia personalidades como Xavier Domènech, Joan Tardà o Anna Gabriel.

Terrassa, abriendo camino

El proceso que se está desarrollando en la cuarta ciudad de Catalunya se observa con especial detenimiento desde todo el territorio. De hecho, Terrassa es la primera considerada "gran ciudad" que inicia un proceso de estas características, a remolque de otras ciudades europeas como París o Berlín. Tal como explica César Guía, portavoz de la asociación Taula del Aigua, la manifestación de hoy es una golpe de efecto que muestra "que la municipalización del agua es posible y Terrassa tiene que ser la punta de lanza para todos aquellos ayuntamientos que se encuentran en la misma situación".

Los organizadores de la marcha han animado a los consistorios de Barcelona, Badalona o Santa Coloma de Gramenet, entre otros, a seguir los mismos pasos que la cocapital del Vallès Occidental.

La democracia, en juego

El lema principal de la movilización, que encabezaba el grupo de manifestantes, era "por una gestión pública y democrática del agua". La segunda gran pancarta reclamaba que "se escribe agua, se lee democracia". Por su parte, el alcalde egarense ha remarcado que, en todo este proceso, no tan sólo está en juego la gestión pública del agua, sino también "la propia democracia".

"No es válido que unos pocos que hacen negocio con un bien público pretendan estar por encima de las decisiones democráticas", ha criticado Batllart, quién también ha calificado la ciudad como "capital del agua" en Europa.

El proceso continúa

El Ayuntamiento se pone manos a la obra. Con el apoyo del pleno municipal, aprobará esta primavera el informe técnico sobre el futuro modelo de gestión del servicio. No obstante, el proceso se demorará porque la concesión actual a Mina Aigües de Terrassa tendrá que alargarse seis meses. "Este proceso es imparable", ha sentenciado Ballart.