"¿Quedamos para lanzar hachas?". A simple vista uno puede navegar entre la sorpresa y la excitación ante esta pregunta. Desde si realmente es eso el plan propuesto o si es una manera de decir alguna otra cosa. La realidad, sin embargo, es la que es. Y es que tirar hachas puede parecer una actividad divertida y desestresante. Como mínimo si no te lo has imaginado nunca, pero te mueres por intentarlo.
Coges el hacha, apuntas como cuando tiras dardos, movimiento de codo, movimiento de muñeca... et voilà. Parece fácil, aunque no lo es tanto. Las primeras veces es posible que cueste clavarse el hacha, o que de la fuerza en vez de dar una vuelta y media haga dos. Todo es cuestión de técnica y paciencia.
Lanzamiento de hachas / Barcelona Axe Throwing
Barcelona Axe Throwing abrió sus instalaciones en 2018 de la mano de Jaume Massagué y Ricard Fernández. Después de un viaje al Canadá, entre montañas y lagos, Massegué volvió impactado por la práctica de lanzamientos de hacha. Fernández le animó. Dedicando las noches, fines de semana y vacaciones acabaron de terminar el local de la calle Trafalgar de Barcelona.
"Viene cualquier tipo de persona", explica Fernández en conversación con ElNacional.cat. Así, "se acerca gente joven con ganas de probar cosas nuevas, que quiere celebrar alguna cosa o gente que después del trabajo se encuentra para hacer algún tipo de actividad conjunta o simplemente con que buscan desestresarse". También va gente que si llueve no sabe exactamente qué hacer o citas de Tinder, parejas o gente que simplemente se está conociendo, señala.
Una chica se prepara para lanzar un hacha / David Nuñez Barcelona Axe Throwing
"Una cosa que nos gusta mucho es que viene todo tipo de gente, sexo, edades... es una actividad muy inclusiva. A priori podría parecer que es más masculina, pero es muy divertido porque las chicas, aprovechan el juego de muñeca y técnica y lo hacen mejor que los chicos," y añade sonriendo: "Hay gente que se pica".
Fernández también explica que también se han animado en esta actividad personas invidentes o con alguna deficiencia visual. "Con un poco de guiaje y adaptándonos, también han podido lanzar un hacha", expone. "Estas cosas hacen poner la piel de gallina".
¿Pero cuál es el procedimiento?
Las puertas están cerradas para garantizar la seguridad de todos. Según detalla Fernández, siempre es más aconsejable reservar la actividad previamente para asegurarse el 'lanzamiento'.
Un hacha pintiparada en medio de la diana / Barcelona Axe Throwing
Antes de poder lanzar el hacha, un instructor da cuatro consejos sobre cómo poner el brazo, mover la muñeca, colocación corporal, juego de piernas. Todo para poder disfrutar de una experiencia poco convencional.
Ahora, con el coronavirus, hay obligatoriedad de llevar la mascarilla en todo momento, y los materiales se desinfectan antes y después de su uso. Como no podría ser de otra manera, también se han visto afectados por las restricciones y han tenido que estar muchos meses cerrados. A pesar de todo, Fernández resalta la ilusión y comenta que han podido abrir un nuevo local a Girona. Un sitio más para practicar el lanzamiento de hacha, desahogarse y simplemente olvidarse de la Covid durante un rato.
Imagen principal: una persona a punto de hacer un lanzamiento con un hacha / Barcelona a Axe Throwing