Cervera del Río Alhama, una localidad casi al límite entre La Rioja y Soria, a los pies de la sierra Alcarama, donde las tradiciones siguen muy arraigadas y bajo este pretexto, no todos sus habitantes pueden hacer lo mismo. Concretamente, en una danza tradicional denominada La Gaita, donde se prohíbe que las mujeres participen. Según informa elDiario.es, desde hace diez años un grupo de mujeres intentan revertir la situación, pero se encuentran con una negativa inmovilista.

La Gaita es una danza de más de 500 años de historia que bailan hombres, según la tradición, "solteros y vírgenes". Una década atrás, la petición de que se incluyeran mujeres se encuentra con la misma negativa de las cofradías de Santa Anta y Sant Gil. Se afirma que la tradición lo impide y de aquí no se mueven, es más, consideran que "dejarlas bailar sería una imposición antidemocrática".

Así pues, al margen, 21 mujeres y tres hombres crearon la Gaita Mixta, al margen de las tradicionales, pero esta solución tampoco complace a fervientes defensores de la tradición. La Cofradía de Sant Gil ha emitido un comunicado contra la Gaita Mixta. "No se pueden emprender innovaciones estructurales al arte o al folclore antes de estar seguros de que estos cambios no destruyan lo que se pretende preservar, por lo cual el respeto a la gaita nos pide que la transmitimos tal como la hemos recibido de nuestros antepasados: sin alteraciones que comprometan el sentido y el futuro", afirman en el texto. Llegan a hablar de "chantajes ideológicos y politizaciones" y otro término muy actual: "falso feminismo".

Desde el grupo Gaita Mitxa se denuncia que, en cambio, otras partes de la tradición se han cambiado cuando han convenido. Por ejemplo, se espera que la danza sea bailada por los "mozos naturales de Cervera", sin embargo, ahora pocos bailarines han nacido o viven en el pueblo.

"Bailaremos por todas las niñas"

La negativa de las cofradías no detiene al grupo de la Gaita Mitxa, que afirman que seguirán bailando "independientemente que ponga que ellos no permiten que las chicas bailemos a estos actos". "Bailaremos en la calle como hemos hecho siempre, haremos el recorrido habitual sin mezclarnos con ellos", explica una miembro del grupo, quien añade: "vamos por separado porque ahora somos nosotros las que no queremos bailar en una Gaita que pertenece a una cofradía con un pensamiento tan anacrónico, discriminatorio y que falta el respeto a las mujeres".

El pasado lunes, se reunieron ante la parroquia de Sant Gil para bailar delante en forma de protesta. Justamente allí, entre aplausos, anunciaron sus intenciones: "Bailaremos por todas las niñas que aplaudirán desde fuera con la ilusión de hacerlo un día".