Por primera vez hoy se han reunido el president de la Generalitat y el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya. Carles Puigdemont y Jesús Maria Barrientos se han encontrado en el Palau de la Generalitat durante más de una hora. Era la primera reunión entre ambos y llega en medio del estallido de los casos de presunta corrupción en varios ayuntamientos de Catalunya, la mayoría gobernados por CDC, y en el tramo final para que Artur Mas, Joana Ortega y Irene Rigau se sienten en el banquillo de los acusados por la consulta del 9-N.

Barrientos ha expresado la necesidad "de una relación institucional basada en la lealtad y la responsabilidad" y le ha pedido a Puigdemont "respeto a las decisiones judiciales como claro ejemplo de una convivencia madura entre los diferentes poderes del Estado".

El presidente del TSJC ha aprovechado el encuentro para pedir medios materiales y personales para la Justicia. "Un servicio -ha insistido- esencial para la sociedad y en la que reside la protección de los derechos de los ciudadanos y una parte esencial del desarrollo de un Estado democrático de derecho".

El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya ha expuesto a Puigdemont la situación de la Administración de Justicia, con especial dedicación a aquellos partidos judiciales sobresaturados y donde la intervención es más urgente para evitar el perjuicio que la ausencia de recursos puede provocar al usuario.

Barrientos, que ha agradecido a Puigdemont su tiempo e interés, lo ha emplazado a seguir manteniendo un contacto habitual que ayude a superar las deficiencias estructurales, ya históricas de los juzgados, y ha valorado muy satisfactoriamente el encuentro con el president de la Generalitat.