Polémica entre el departament de Justícia y los sindicatos por la reapertura, este verano, de las piscinas de cinco de las quince prisiones catalanas -Brians 2, el Centre Penitenciari Joves, Lledoners, Puig de les Basses y Mas d'Enric-, que hacía cuatro años que estaban cerradas por "motivos económicos".

Mientras que Justícia justifica la necesidad de tener piscinas en las prisiones porque son "como cualquier otro espacio de los centros penitenciarios" y, además, obedecen a una "necesidad de tratamiento" que tiene por "único objetivo la rehabilitación", los sindicatos se quejan de que "hay una carencia generalizada del personal de vigilancia en todas las prisiones catalanas" por la falta de presupuesto.

La reapertura de las piscinas comporta un gasto anual de unos 17.000 euros, pero mantenerlas cerradas también implica un coste de mantenimiento. "Lo más cobarde es decir que están cerradas", aseguran fuentes del departamento de Justícia a El Nacional, que quieren dejar claro que "no se trata de tomar las decisiones en función de este parámetro, sino de la función social de los centros, rehabilitación y función social". Además, en el resto del Estado hay 25 piscinas más y "nunca se ha generado ningún tipo de polémica".

La controversia, además, también se ha reforzado con la idea de que se puede tener desde fuera -de la ciudadanía- de que estas piscinas son un espacio de ocio. Y eso no es así. Estas mismas fuentes explican que "no son piscinas para el ocio", sino "un espacio para reducir la conflictividad" como método para "ahorrarse el daño que genera la comisión de un nuevo delito".

Reducir la conflictividad

Estas piscinas ni tienen buenas vistas, ni "te puedes echar de cabeza". Sólo tienen un metro y medio de profundidad y están rodeadas de un muro de hormigón con las típicas vallas espinosas que caracterizan a las prisiones. Una vez más, el objetivo es "intentar rebajar tensiones", así como "intentar que [los presos] evolucionen en su tratamiento".

"Son incompatibles con cualquier consumo de drogas" y es obligatorio que aquellos que reciban el tratamiento en las piscinas penitenciarias se abstengan porque, en caso de que no sea así, se quedan fuera del programa.

Justícia insiste en que "la pena es la privación de libertad" y no el hecho de dejarlos sin derecho. Si estos presos se rehabilitan -y las piscinas son un método como cualquier otro-, no volverán a entrar en prisión. Y este es el objetivo de Justícia, que lo ve no sólo como una oportunidad para los presos, sino también para la ciudadanía y el dinero público que se invierte en todos los presos.

A parte de esto, y como dato curioso, cabe decir que el 80% de los presos encerrados en Catalunya no saben nadar.

La queja sindical

Fuentes de la agrupación de personal penitenciario de CCOO han aclarado a El Nacional que el problema principal de todo es que ya se había hecho un recorte de las plantillas del personal de prisiones y su preocupación es que en las piscinas no esté la vigilancia que requiere controlar a todos los presos.

Aunque están a la espera de hablar con los monitores de deportes de estas prisiones para que les expliquen de qué manera se está llevando a cabo la iniciativa, su temor es que "no esté la dotación suficiente para llevar a cabo todas las actividades" y que "no se está garantizando la seguridad de los internos y trabajadores".

"Para CCOO, la queja es por una clara falta de recursos para coger personal", explican estas fuentes, que añaden que "si lo hacen de la manera adecuada, no hay ningún problema", pero lo que no quieren es que una misma persona tenga que encargarse de todas las funciones.

La UGT prisiones va un paso más allá y se lamenta, también, en un comunicado de que "se elimine el transporte colectivo de los funcionarios mientras se ponen en funcionamiento las piscinas de los centros penitenciarios, cerradas desde hace años por los mismos motivos económicos". Ante esto, Justícia lo tiene claro: "Los sindicatos se quejan por una línea de 36.000 euros, infrautilizada, que cuesta mucho dinero, mientras la población penitenciaría ha bajado y la plantilla se ha mantenido".