Activistas y entidades como la Fundación Vicki Bernadet han propuesto este jueves crear una comisión para investigar los abusos sexuales infantiles que sea alternativa a la del Defensor del Pueblo, aprobada por el Congreso de los Diputados hace unos días. El modelo que han planteado estos activistas es el de una Comisión de la Verdad inspirada en la del Reino Unido. Sugieren empezar la investigación por la Iglesia en Catalunya porque confían encontrar apoyo del Parlament. Los impulsores quieren que la comisión tenga poderes coercitivos para obligar a la Iglesia a comparecer y a entregar documentos sobre este tema. Entre los objetivos, cuantificar el "iceberg" de los abusos y el encubrimiento. "No solamente queremos saber cuántas manzanas podridas, sino si el barril entero estaba podrido", afirma Miguel Hurtado, activista que ha escrito el informe del modelo.

 

Víctimas de abusos sexuales han creado la plataforma Tolerancia 0 y han presentado ante los medios de comunicación un informe técnico-jurídico para pedir que se cree una comisión de la verdad para investigar la pederastia clerical en Catalunya. El modelo que plantean es el de una comisión independiente que emane de un mandato parlamentario, creada para esta única finalidad, con poderes coercitivos de investigación. El modelo de Comisión de la Verdad se ha implantado en países como el Reino Unido, Australia e Irlanda. Esta propuesta llega después de que el Congreso de los Diputados aprobara a principios de mes abrir una investigación coordinada por el Defensor del Pueblo de la pederastia en la Iglesia; y que la Conferencia Episcopal Española encargara en el bufete Cremades & Calvo Sotelo una auditoría sobre los abusos, presentada a mediados de febrero.

"Por autocuidado y por falta de ilusión no podemos participar ni en la investigación del Defensor del Pueblo ni en la de Cremades", ha dicho Hurtado, en la presentación de la propuesta, en la sede del Col·legi de Periodistes de Catalunya, en Barcelona, junto con Esther Pujol, Alejandro Palomas, Vicki Bernadet -fundadora de la fundación homónima -y Manuel Barbero, creador de la asociación Manos Pequeñas y la denuncia del cual en el 2016 hizo aflorar decenas de casos de abusos al colegio Maristas Las Corts de Barcelona. Una de las principales reclamaciones que no ven recogida en la iniciativa estatal es que la comisión tenga poderes coercitivos de investigación. Es decir, que pueda obligar a comparecer miembros de la Iglesia y a decir la verdad, así como a entregar documentos, por ejemplo los archivos canónicos, y que en caso de no hacerlo, sean sancionados.

Hurtado ha recordado que el Síndic de Greuges ya investigó los abusos sexuales en la Iglesia en Catalunya, pero que a pesar de su compromiso y voluntad de "llegar hasta el fondo", se encontró con el "muro" de la jerarquía eclesiástica, que no quiso cooperar, ha repasado al redactor del informe en que se basa la propuesta. "No podemos vivir en el día de la marmota", han advertido. La propuesta de Comisión de la Verdad tiene entre sus objetivos principales cuantificar el número de víctimas y de abusadores para poder dimensionar el "iceberg" de estas violencias sexuales y, además, ir "más allá" e investigar si existió "encubrimiento sistemático" de la jerarquía eclesiástica.