La periodista Elena Sánchez Caballero es la nueva presidenta de RTVE y sustituirá a José Manuel Pérez Tornero, que dimitió este lunes. A propuesta del PSOE, el Consejo de Administración de la corporación pública ha escogido Sánchez Caballero como nueva presidenta interina. Pérez Tornero ha presentado su renuncia a la reunión ordinaria de este martes y, posteriormente, se ha procedido a la elección de la presidenta interina del órgano.

Nacida en Madrid el año 1957, Sánchez Caballero es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Ha estado estrechamente ligada a TVE, donde se incorporó el año 1984 y donde ha desarrollado prácticamente su carrera profesional después de dos años en la Agencia Efe. Empezó en la televisión pública en información deportiva, pero después formó parte del equipo del Telediario y presentó los informativos del Canal 24 horas. Del 2008 en el 2014 fue Defensora del Espectador en RTVE y en agosto del 2018 fue nombrada secretaria general de la corporación pública, en el equipo dirigido por Rosa María Mateo. Abandonó este cargo por decisión propia septiembre del 2020 y en el 2021 fue nombrada consejera de RTVE.

La dimisión de José Manuel Pérez Tornero

Por su parte, Pérez Tornero anunció el lunes su dimisión. ¿El motivo? No existían las condiciones necesarias de gobernabilidad de la entidad ni las circunstancias para hacer viable el proyecto, en medio de las críticas y presiones internas que ha arrastrado en los últimos meses. Es decir, que su presidencia ya no era "viable". En una carta, el comunicador confirmó las desavenencias dentro de su equipo: "Ya no se dan las condiciones mínimas para el consenso transversal, ni para la conformación de una mayoría plural, estable y coherente; y, en muchas ocasiones, ni siquiera el clima propicio al diálogo que necesitamos para culminar el proyecto". Una tensión que "dificultaba mucho la gobernabilidad de la empresa e impide llevar a cabo la transformación con la cual todos nos habíamos comprometido".

Por otra parte, Pérez Tornero valoró todo lo que se ha "avanzado" en RTVE durante su etapa: "Tengo que exponer que, en estos meses de mi mandato, con la entrega y el entusiasmo de muchas personas —con mis errores y aciertos—, hemos conseguido algunos objetivos nada despreciables". Es decir, que se marcha con "la conciencia bien tranquila" y con "la satisfacción de haber hecho todo el posible para contribuir a edificar una radiotelevisión pública, plural e independiente a la altura de las exigencias de nuestro tiempo y como nuestro país merece". Ahora, se prevé que vuelva a la Universidad Autónoma de Barcelona, donde era catedrático.