Decenas de agentes de los Mossos d'Esquadra han blindado esta noche el Pabellón Olímpico de Badalona para garantizar que el partido entre la Penya y el Hapoel Holon israelí, de la fase regular de la Champions de baloncesto, se pudiera jugar con normalidad. El encuentro, programado a petición de los Mossos a puerta cerrada, se ha podido disputar sin incidentes y el despliegue al máximo de la policía catalana ha evitado que un grupo de 200 personas que protestaban contra Israel pudieran sabotear el partido. La protesta, convocada por diversos grupúsculos de extrema izquierda a favor de Palestina, ha concentrado a diversas personas en la plaza del President Tarradellas, frente al pabellón, donde se han encontrado un gran despliegue policial de los Mossos con equipos de la Brigada Móvil y también de la ARRO, que tenían completamente cortados todos los accesos al recinto deportivo.
Durante un largo rato los manifestantes han ondeado banderas de Palestina y han gritado contra el Estado de Israel y a favor del boicot, aunque sin incidentes. Según detalló el club este lunes, la decisión de jugar a puerta cerrada se tomó ante las "recomendaciones" de las autoridades y para "garantizar la seguridad" de los aficionados. El club pedía también comprensión a los socios y recordaba que la medida es "completamente ajena a la voluntad del club". Aunque algunos grupos de animación del Joventut habían llamado a concentrarse en el exterior del pabellón, finalmente no se han visto.
El despliegue realizado por los Mossos, avanzado a principios de semana por ElNacional.cat, se ha hecho después de declarar el partido de alto riesgo por la amenaza terrorista existente —que sigue en 4 sobre 5; no hay que olvidar que, para el yihadismo, Israel también es considerado un enemigo— y también por el anuncio de estas acciones de protesta que se habían hecho con la intención de evitar el partido que los de Badalona han jugado contra el Hapoel Holon de Israel.
El dispositivo, de máximos y nunca visto en la ciudad de Badalona, tenía como objetivo evitar que las protestas de grupos pro-Palestina pudieran boicotear el partido, como se había conseguido o intentado en otros partidos con participación de equipos israelíes como en Bilbao, Tenerife y Manresa. Las unidades de orden público de los Mossos han blindado el pabellón y han dado seguridad al traslado de los dos equipos, que han podido acceder sin problemas al Olímpic dos horas antes del partido. En el exterior, la protesta ha transcurrido sin incidentes y los convocantes, una hora antes del partido, han leído un manifiesto y han asegurado que haber forzado a jugar el partido a puerta cerrada ya ha sido "una victoria".
Más partidos a puerta cerrada
Este partido a puerta cerrada, con un dispositivo reforzado de los Mossos, también se hizo en el Bages el mes de octubre, cuando el Baxi Manresa se enfrentó, en la misma competición, con un equipo israelí, y se tendrá que repetir en enero en Barcelona, cuando el Barça reciba al Maccabi de Tel Aviv, en un partido que también se tendrá que disputar sin público en el Palau Blaugrana por el riesgo de boicot por parte de grupúsculos contrarios a Israel.
