La Cruz Roja ha triplicado el número de jóvenes que se han incorporado como voluntarios. En concreto, la llegada de voluntarios ha crecido casi un 280% desde mediados de marzo, cuando se decretó el estado de alarma y se confinó a la población, hasta al principio de agosto, en comparación con el mismo periodo del año pasado. Una cifra que se dispara hasta un aumento del 365% en el caso de los menores de 25 años.

En los últimos cinco meses marcados por la pandemia de coronavirus, se han unido a la Cruz Roja casi 4.800 voluntarios, mientras que el año pasado fueron menos de 1.300 durante el mismo periodo. En el caso de los chicos y chicas menores de 25 años, desde el estallido de la pandemia, los nuevos miembros han sido más de 1.200, mientras que el año pasado fueron cerca de 260, según datos consultados por la Cruz Roja.

foto 3685206Dos voluntarias jóvenes haciendo tareas administrativas / ACN

Respuesta masiva


"La gente joven es muy solidaria, a pesar de a menudo se dice que sólo hace 'botellón'", ha asegurado Àngels Mata, presidenta de Cruz Roja al Alt Penedès, que resalta que la respuesta de la gente joven para hacer de voluntaria ha sido masiva durante la pandemia. "Cuando hay un problema serio, la gente joven responde", ha destacado. También, ha recordado que al inicio del confinamiento se quedaron casi sin manos, ya que la Cruz Roja pidió a los voluntarios mayores de 60 años que se quedaran en casa porque son un colectivo de riesgo.

Asimismo, ha explicado que en Vilafranca del Penedès hicieron un llamamiento a través de las redes sociales, al cual respondieron cerca de un centenar de jóvenes. Acto seguido, se les hizo una formación telemática y, después, se los desplegó por el territorio para que llevaran comida y medicamentos a personas confinadas, atender ciudadanos sin hogar para trasladarlos al albergue municipal o hacer llamadas a las personas mayores que vive sola.

Pero no sólo han traído su espíritu solidario a la entidad, sino también "frescura, alegría, sonrisas y muchas ganas de echar una mano", ha manifestado Mata y ha añadido: "Sobre todo aportan miradas muy vivas". Ahora bien, lamenta que el con el desconfinamiento buena parte de los jóvenes hayan enfriado el vínculo con la Cruz Roja "por falta de tiempo e incompatibilidad con los estudios".

foto 3685202 Unas voluntarias jóvenes entregan material escolar en un domicilio / ACN

Experiencia enriquecedora

"Ha sido muy enriquecedor", ha resaltado Alba, una joven vecina de les Cabanyes, que se incorporó a la Cruz Roja a finales de marzo. En su caso, ha relatado que hacía tiempo que le rondaba la idea de hacer de voluntaria y a pandemia supuso el empuje definitivo. Durante el estado de alarma se repartir alimentos a las familias con necesidades económicas, un trabajo que explica que le ha "abierto los ojos".

"A menudo ponemos etiquetas para identificar a la típica persona que puede necesitar ayuda. Y no son ciertas", ha dicho, mientras ha agregado: "He ido a casas de personas que nunca habría pensado que podrían necesitar ayuda de la Cruz Roja para tener comida para toda una semana". Eso es lo que más le ha impactado. "Todos nos podemos encontrar en una situación similar. Si alguna vez yo necesito esta ayuda, querría encontrarme gente que esté cerca haciendo este pequeño trabajo", reflexiona.

Por su parte, Maria, una joven de 16 años de Gelida, estudia Técnica de Emergencias Sanitarias, por lo cual con esta experiencia quiere familiarizarse con el sector y "contribuir" a atender a las familias que reciben ayuda de la Cruz Roja. En su caso, ha debutado repartiendo material escolar a niños que no pueden acudir a centros de verano.

Lo acompaña la Nora, de Sant Quintí de Mediona, que celebra la llegada de manos jóvenes a la organización, aunque el detonante haya sido una enfermedad de tanta magnitud como el coronavirus. "La Covid ha llevado muchas cosas malas, pero hay una parte positiva: nos ha unido como humanidad", ha enfatizado.

"Ya era hora". Es el pensamiento que asegura que tuvo el Anabel, de 20 años, cuando vio que se disparaba la entrada de voluntarios jóvenes a la Cruz Roja. Ella colabora desde hace tres años, y ha lamentado que hasta ahora no haya habido un interés real por parte de gente de su edad. "En el fondo, los jóvenes que ahora han hecho de voluntarios también se han ayudado a sí mismos", ha argumentado, ya que considera que el voluntariado es una tarea que "enriquece a todo el mundo".