Importante despliegue de agentes de la Guardia Urbana de Badalona, con equipos antidisturbios, en la zona donde se han concentrado, por segunda noche seguida, las personas que fueron desalojadas del antiguo instituto B9, el miércoles a primera hora. Los agentes han rodeado la plaza, justo delante del espacio que había estado ocupado durante dos años, desde las nueve de la mañana, para controlar la acampada que, según la policía, se debía desmantelar por cuestiones de insalubridad. Además, los agentes han pedido que apagaran las hogueras que las personas, la mayoría hombres en situación irregular en el país, tenían para calentarse. Las primeras acciones policiales han sido recibidas con gritos por parte del centenar de personas que están en la zona y que, por segunda noche, han dormido a la intemperie tras ser desalojadas de este antiguo instituto entre los barrios del Carme y de Sant Roc, en Badalona. Durante horas, la policía de la ciudad ha ido retirando las tiendas de campaña y también a las personas para dejar paso a las brigadas de limpieza y, aunque se han vivido momentos de tensión, no se han registrado incidentes graves.
Desmantelando poco a poco
En un primer momento, los agentes les han dado tiempo hasta las 10 horas para marcharse voluntariamente antes de volver a desalojarlos, según han explicado desde el Sindicato de Vivienda Socialista de Cataluña y desde la Plataforma Badalona Acull, que actúan como interlocutores con el grupo de personas que habían pasado la noche con barracas y tiendas de campaña en la zona. Cuando ha sido la hora, los agentes de la policía municipal han ido avanzando para echar a las personas que aún quedaban. Algunos migrantes han decidido recoger sus pertenencias y marcharse.
En reacción, por si hiciera falta actuar, los Mossos d’Esquadra han tenido, en una calle cercana, unidades antidisturbios de la ARRO y de la Brimo. Desde el Ayuntamiento se ha informado que se trataba de una operación de limpieza. Los agentes les han explicado que, cuando se acabe el saneamiento de la zona —que había quedado muy sucia de estos días—, podrán volver a entrar en la plaza, pero en ningún caso podrán volver a plantar tiendas o hacer hogueras.
Cerca de un centenar de personas han pasado dos noches a la intemperie frente al antiguo instituto B9 de Badalona, después de haber sido desalojadas el miércoles. Estos ciudadanos habían improvisado una acampada con tiendas de campaña, hogueras y chatarra en la plaza situada justo enfrente del espacio, que había quedado acordonada por la policía. Agentes del Grupo de Intervención Especial de la Guardia Urbana de Badalona (GEIP) se desplegaron también en la puerta que da acceso al antiguo instituto, velando para que nadie pudiera acceder al espacio desalojado, que se irá derribando. En el espacio habían llegado a malvivir unos 400 migrantes, pero en el momento del desalojo eran menos. La acción de limpieza de la zona se ha realizado mientras se celebraba un pleno en el Ayuntamiento de Badalona. Al terminar, la concejala de los Comuns, Aïda Llauradó, se ha presentado en la zona y ha ofrecido declaraciones a los medios para quejarse del operativo, pero ha sido abucheada por los representantes de los grupos de apoyo a las personas sin techo.
La consellera de Drets Socials i Inclusió, Mònica Martínez Bravo, envió el jueves una carta al alcalde de Badalona, Xavier Garcia Albiol, en la que le pedía abrir de forma inmediata el albergue de Can Bofí Vell para acoger a los desalojados del B9. El Ayuntamiento replicó al Govern que esta opción no era viable porque el inmueble presenta «graves deficiencias estructurales» y afirmó que trabajaba con el Govern para encontrar una solución para los afectados. Desde el consistorio se defiende que no se gastará ni un euro con las personas que han hecho la vida imposible, con inseguridad, en el barrio.