La gran mayoría de los teléfonos móviles tienen la fecha de caducidad previamente fijada cuando los compramos. Esto se llama obsolescencia programada, es decir, limitar la vida útil de los productos deliberadamente a fin de que el usuario vuelva a consumir. Se trata de una práctica muy habitual en el mercado actual (que ya ha costado varias sanciones a grandes compañías como Samsung o Apple) y que genera un gran impacto medioambiental. Este no es un camino sostenible en un planeta de recursos limitados como la Tierra, donde el crecimiento infinito es imposible, y por eso la Unión Europea ya ha empezado a redactar una nueva ley para tratar de poner remedio.

 

En concreto, la Comisión prepara un nuevo plan que obligue a los fabricantes a hacer que todos los dispositivos electrónicos puedan ser reparados. Actualmente, en muchos casos, cuando un aparato se estropea sale más a cuenta comprar uno nuevo que repararlo. Pero Europa está elaborando un protocolo de reparación para teléfonos y tablets con el objetivo de poner punto final al consumo tecnológico de "utilizar y tirar". La propuesta, pues, es que todos los consumidores tengan derecho por ley a disponer de piezas de recambio: cargadores, láminas protectoras de pantalla, bisagras, altavoces, micrófonos, puntos de carga externos, conectores de audio, cámaras, herramientas de montaje de pantallas, tapas y baterías.

Así pues, todos los productos tendrían que llevar un índice de reparación a la etiqueta e información sobre la resistencia a caídas, la protección contra el polvo y el agua y duración de la batería. La UE también tiene otras medidas sobre la mesa como exigir niveles más altos de robustez u obligar a los fabricantes a fijar un precio de las piezas de recambio. Además, el borrador de la ley contempla normas con respecto a los sistemas operativos. Si sale adelante, las compañías tendrán que ofrecer las actualizaciones de seguridad del dispositivo durante al menos cinco años después de que salgan del mercado. En el caso de las actualizaciones de funcionalidad, tendrán que estar disponibles como mínimo durante tres años después.

¿Cuándo será una realidad la nueva ley de reparación de móviles?

De momento, los diferentes grupos están estudiando la propuesta hasta el 28 de septiembre. Por lo tanto, está previsto que el documento pueda salir adelante a finales de este mismo año y que entre en vigencia 12 meses después de su aprobación, es decir, a finales de 2023. Mientras tanto, los fabricantes de telefonía no ven con buenos ojos esta nueva normativa, que podría suponer un cambio radical en las normas del juego del mercado.