La respuesta a la pregunta de esta noticia ha sido debatida en el último BNEW, la Barcelona New Economy Week, desde su canal sobre logística. Los problemas de suministro de las materias primas y la crisis de microchips se hace extensiva. Primero, se destacó el sector de la automoción y se replicó rápidamente en todos los ámbitos metalúrgicos como puede ser la fabricación de mollas, moldes, dispositivos de software, etc. Los retos que tiene la famosa última milla y el proceso conocido cómo fulfilment están en horas bajas.

Responder a un pico de demanda repentina, con la necesidad de atender este movimiento de low cost inmediato y entregas incontables, es un riesgo que ya prevén algunos expertos que quizás no se podrá cubrir al 100%. Ramón Ledesma, abogado y experto en política sancionadora de tráfico, moderó una mesa desde el BNEW donde nos puso en aviso.

Pero las amenazas podrían llegar, incluso, antes de Navidad. El primer gran reto será el próximo Black Friday marcado en el calendario para el 26 de noviembre. El sector logístico ya prevé problemas en la cadena de suministro a nivel mundial a pesar de remarcar que, "está dentro de unos parámetros mínimos de normalidad". Uno de los retos mayores es poder tener un mínimo margen de reacción a causa de un transporte, entre Asia y Europa, que puede llegar a los 30 o 40 días de retraso.

¿Qué dicen las tiendas?

Si trasladamos esta preocupación a un punto de venta final, también nos ponen en aviso. Uno de los sectores más débiles será el de los juguetes. ElNacional.cat ha hablado con diferentes tiendas y la respuesta es unánime: "Si antes ya había que hacer las compras con previsión, este año hay que empezar ya". Algunos productos ya no los vemos en muchos escaparates. Por ejemplo, los títeres de dedo u otros juguetes que necesitan un microchip. Por no hablar de aquellas que serán el éxito de la campaña como el famoso Cocomelon de una serie de dibujos animados.

El reto de no quedarse sin juguetes es el principal, pero hay más. Por ejemplo, hay escasez de los alambres que van dentro del molde que se usa para fabricar muchas de ellas, desde coches a toboganes. De rebote, el precio del transporte por barco desde Asia se ha multiplicado por 10 por la escasa oferta de contenedores y una demanda disparada. La suma de diferentes factores puede llevar a un aumento del 40% del precio final de todas los juguetes.

Hasta ahora, muchas empresas productoras han asumido el incremento de costes por contratos ya cerrados antes de la pandemia. Pero esta anomalía se está convirtiendo en insostenible y la opción es cerrar o encarecer precios. Además, la campaña del 2021 será mucho más agresiva que la del 2020 ya que la crisis pandémica que entonces se vivió, sí frenó la demanda de golpe.

Si miramos de forma global, quedarnos sin un juguete estas fiestas puede ser la ilustración de una crisis más fuerte. Esta escasez amenaza con un aumento de la inflación. Este factor, recogido por el Financial Times, puede llevar al Banco Central Europeo reducir su programa de estímulo pandémico de 1,85 billones de euros esta misma semana. Sin ir más lejos, la inflación en la zona Euro se disparó en agosto a su nivel más alto en casi una década: el índice armonizado de precios al consumidor de la zona Euro subió al 3% desde el 2,2% de julio, muy por encima de las expectativas del 2,7% y alejándose del objetivo del 2% del BCE.

Imagen de portada: fotografía de recurso de una juguetería la Navidad pasada