Un hombre de 31 años ha muerto por un paro cardiorrespiratorio después de protagonizar una persecución de película por Esplugues de Llobregat. Los hechos se produjeron este sábado de madrugada, cuando la víctima se presentó muy alterada en la comisaría de los Mossos d'Esquadra del municipio vecino de Sant Feliu de Llobregat.

Los agentes que se encontraban en la sede policial intentaron calmarlo y pero el hombre se echó a correr. Para evitar que se hiciera daño o pudiera producir daños a terceros, la policía decidió seguirlo y entonces empezó una persecución que duró casi 10 kilómetros.

Al volante de su coche, la víctima se abrió paso por las calles, mientras cruzaba la ciudad contigua de Sant Just Desvern. Por el camino habría impactado contra varios coches. Una vez en Esplugues, el conductor también habría invadido las vías del tranvía.

Después de varios intentos, los Mossos consiguieron parar el vehículo una vez este había cruzado el puente de Esplugues, en el cruce entre la avenida dels Països Catalans y Laureà Miró. Entre dos coches patrullas bloquearon el camino en el conductor, uno por delante y el otro por detrás, mientras este seguía apretando el acelerador. Los agentes intentaron hacerlo salir y, ante la negativa, abrieron por la fuerza las puertas del vehículo.

La policía consiguió sacar al hombre del coche y lo detuvo. Una vez esposado en el suelo, el conductor habría entrado en parada cardiorrespiratoria. A pesar de las maniobras de reanimación practicadas por los servicios del SEM, el fugado acabó muriendo allí mismo.

Durante la persecución, cuatro agentes de los Mossos resultaron heridos y seis vehículos policiales sufrieron notables daños materiales. La Divisió d'Investigació Criminal (DIC) ha abierto una investigación con el fin de aclarar las circunstancias del incidente y de la muerte del conductor.