Varios agentes de los Mossos se organizan por grupos de Facebook para comprar nuevas fundas para las pistolas, más seguras y antirobo. En 15 días han robado dos pistolas a agentes de los Mossos d'Esquadra durante encontronazos con un detenido. La segunda vez, en Santa Coloma de Gramenet, el hombre disparó dos veces a una mossa que salvó la vida porque llevaba el chaleco antibalas. La primera vez, fue el 14 de marzo en el Prat de Llobregat. Un detenido también robó el arma reglamentaría a un mosso y disparó dos veces, pero estaba descargada y no hirió a nadie.

En este último caso la funda se rompió. El Departament d'Interior está haciendo un informe pericial sobre las fundas de las pistolas que llevan los Mossos, por si están defectuosas. Las fundas se compraron el año 2011, son relativamente nuevas y tendrían que aguantar, argumentan fuentes policiales.

Igual que pasó en febrero del año pasado, con la alerta terrorista, que los agentes se organizaron por su cuenta para comprar una segunda arma para llevar siempre encima cuando dejan la reglamentaria en horas de fuera de servicio, ahora están haciendo grupos para comprarse fundas nuevas y que les salgan mejor de precio.

Los Mossos buscan dos modelos muy concretos. La Safariland 6280 y la Automatic Holster. Se están organizando en varios municipios. En Santa Coloma de Gramenet, donde ocurrió uno de los incidentes, y en l'Hospitalet de Llobregat. Las fundas van de los 79 euros a los 110, y si se compran por grupos pueden conseguir alguna rebaja.

Según los foros de policías, sin embargo, es mucho más segura y recomendable la primera, la Safariland 6280. Tiene un sistema de autobloqueo y una protección contra los intentos de robo. Tiene un dispositivo tensor, que cuando se ajusta, queda retenida.

El detonante

La agresión en Santa Coloma de Gramenet ha sido el detonante. El hombre que robó el arma había provocado disturbios en la calle y era agresivo. De hecho, tenía una orden de detención. Cuando los agentes lo fueron a detener opuso resistencia, cogió la pistola de uno de los Mossos y disparó dos veces contra su compañera.

El momento lo captó un vídeo de un joven que en aquel momento pasaba por la calle.

Los antecedentes

El mes de febrero del año pasado, el miedo de ser uno de los objetivos del terrorismo yihadista llevó a varios agentes de los Mossos, Guardia Civil y Policía Local a extremar las precauciones. Después de los atentados en París contra la redacción de Charlie Hebdo, en un mes y medio se vendieron unas 40 pistolas cortas. Hasta aquel día, a duras penas se vendían media docena cada mes. La más pedida fue la Parabellum 9 mm. Un arma pequeña, de poco peso que vale unos 500 €. Es una de las mejores pistolas para los policías cuando van de paisano, porque la pueden esconder en cualquier lugar.

Paralelamente a la demanda de las pistolas, se dispararon los encargos de chalecos interiores. Sobre todo de ayuntamientos que las compraban para las policías locales. En un mes se vendieron 800. Los clientes eran ayuntamientos pequeños con cuerpos policiales de entre 15 y 30 agentes. Los chalecos internos son uno de los materiales más reivindicados por todos los cuerpos policiales. Cada administración tiene que comprar las de su cuerpo y hace tiempo que figuran en la lista de materiales para comprar, pero nunca han sido una prioridad. Estos chalecos son interiores y valen 600 €. Están preparados para recibir navajazos y también disparos de armas cortas.