Ni seis horas ha durado la última ocupación del Banc Expropiat. El desalojo exprés ha empezado a las cinco de la tarde, después de que los Mossos hayan recibido el orden a partir de la denuncia que ha hecho, nuevamente, el propietario del local. Tal como ha adelantado El Nacional, los agentes esperaban la denuncia del propietario del Banc Expropiat para desalojar.

A las 12 del mediodía un grupo de 6 personas entraba en el Banc Expropiat de la Travessera de Gràcia de Barcelona. Y horas más tarde entraban 12 más. Hoy hacía exactamente 6 meses del final de una semana con disturbios, cargas policiales y nuevos intentos de ocupación después del primer desalojo del local. Los Mossos d'Esquadra han identificado y abierto diligencias a las 18 personas que han participado en la ocupación y que han sido desalojadas. De una en una han sido trasladadas a un furgón policial y los cerrajeros han empezado a tapiar los accesos momentos después.

A diferencia del desalojo del 4 de junio, la policía no ha sacado esposados a los okupas. De hecho, hoy, no los han detenido. Fuentes policiales han explicado a El Nacional que, a diferencia de la otra vez, "no han ofrecido resistencia". Y eso ha tenido mucho que ver al momento de hacer el desalojo y las diligencias posteriores, que ya se han traspasado al juez.

Durante el encierro y el desalojo, un grupo reducido de manifestantes ha estado rodeando el cordón policial, sin consecuencias. Terrminado el dispositivo, y mientras los cerrajeros volvían a blindar el local, una pequeña concentración ha empezado a andar por Gracia, seguidao desde el aire por el helicóptero de los Mossos d'Esquadra, que hoy ha vuelto a sobrevolar el barrio. Una concentración que se ha disuelto en la plaza de la Virreina, antes de que los cerrajeros pudieran acabar su trabajo, sin que se haya provocado ningún disturbio.

Nada que ver con los desalojos anteriores

La ocupación de hoy y el posterior desalojo no han tenido nada que ver con los dos anteriores. El primero provocó una semana de disturbios que empezaron la misma noche del día que los Mossos echaron al colectivo, que hacía meses que trabajaba en diferentes acciones dentro del local. Aquella noche se quemó un coche que estaba aparcado en Travessera de Gràcia y hubo fuertes lanzamientos a la policía, que cargó bastante contra los manifestantes. Fue la primera de una semana convulsa para los vecinos de Gracia, que pidieron medidas contra los disturbios y las fuertes cargas policiales.

La segunda ocupación fue el 4 de junio, y derivó también en todo un día de fuertes tensiones en torno al Banc Expropiat. La entrada por sorpresa en el local descolocó a la misma policía, que tuvo que pedir la presencia del Grupo Especial de Intervención, los GEI, para liberar a los 5 okupas que se habían cimentado y encadenado dentro del banco. Entraron por un agujero en la fachada principal. El día terminó con un fuerte blindaje del banco y una concentración que se movilizó por varias calles del barrio.