Un agente de los Mossos d'Esquadra ha matado a su pareja en su casa en Sant Feliu de Llobregat (Baix Llobregat) y después se habría suicidado. Es la principal hipótesis con la que trabaja la policía, que ha encontrado los dos cuerpos hoy a primera hora de la mañana.

El arma del crimen ha sido una pistola, todavía no se sabe si reglamentaria o bien una segunda arma que pueden tener los policías en casa. El mosso autor del asesinato estaba de baja, pero no tenía el arma reglamentaria retirada porque todavía no hacía un mes que no trabajaba. Los protocolos de los Mossos d'Esquadra, que regulan que los agentes se pueden llevar su arma reglamentaria a casa cuando acaban la jornada laboral, establecen un periodo de un mes como límite para tener que entregar la pistola en caso de baja, sea cuál sea el motivo. Oficialmente el motivo de la baja no se comunica a Interior en virtud de la confidencialidad entre médico y paciente.

La pareja estaba en trámites de separación y no consta ninguna denuncia por maltratos o agresiones con anterioridad. La pareja vivía en el número 115 de la calle Joan Maragall, una céntrica y tranquila avenida de peatones, de casas bajas, que esta mañana se ha despertado con el estrépito de tiros -algunos vecinos afirman que han oído cuatro detonaciones- y sobresaltada por los gritos de auxilio.

El mosso habría disparado a la mujer ante de la hija de la pareja y una sobrina. Las dos menores han salido al balcón del inmueble para pedir auxilio, asustadas por los tiros, y los vecinos han llamado a los Mossos d'Esquadra y a la Policía Local, que han acudido de manera inmediata al lugar, así como el Sistema d'Emergències Mèdiques (SEM). Las dos niñas han recibido asistencia psicológica por parte de un equipo de psicólogos del SEM y posteriormente han quedado a cargo de familiares. 

El aviso del incidente ha llegado alrededor de las ocho de la mañana. Los Mossos han recibido la alerta sobre la base que se había producido una discusión en un domicilio de Sant Feliu del Llobregat. Y cuando han llegado al piso han encontrado a un hombre y a una mujer muertos.

La principal hipótesis con la que trabajan los investigadores es que el hombre habría matado a la mujer y posteriormente se habría disparado. El AIC de la Regió Policial Metropolitana Sud ha abierto una investigación con el fin de aclarar las circunstancias de los hechos. El juzgado de instrucción 6 de Sant Feliu de Llobregat, en funciones de guardia, ha finalizado las tareas de levantamiento de los dos cadáveres del crimen de violencia esta mañana, ha decretado secreto de sumario, y se ha inhibido en el juzgado de violencia contra la mujer de Sant Feliu.

10 años en el cuerpo

El agente que ha sido protagonista de los hechos, de 45 años, había sido adscrito a la comisaria de Ciutat Vella y hacía poco que lo habían trasladado a investigación, donde se encargaba de recepcionar y hacer los inventarios de las joyas que se recuperan de robos. Hacía 10 años que se había incorporado al cuerpo de los Mossos d'Esquadra, cuando vino a vivir a Catalunya, después de años ejerciendo como profesor de matemáticas en un instituto de Granada. Algunos de los compañeros que lo conocían explican a El Nacional que les había dicho que era piloto, pero que ahora mismo desconfían, porque nunca le pidieron el carnet.

Según sus compañeros, hacía semanas que pasaba por una situación difícil. Se estaba separando, había entrado en un proceso depresivo por problemas emocionales, hacía pocos días que se le había muerto el padre, y tenía la madre sola en Granada.

Los que lo conocían explican que en su actividad como agente había dado muestras de un carácter impulsivo. El alcalde de Sant Feliu, Jordi San José, que ha decretado dos días de duelo, ha presidido un acto de homenaje a la mujer víctima, en el que ha pedido redoblar los esfuerzos por educar a los jóvenes en la igualdad y acabar así con la violencia machista "que impregna todas las capas de la sociedad".

Segundo crimen

Este es el segundo crimen de violencia machista en Catalunya este 2016. El primer asesinato fue el 13 de enero, cuando un hombre mató su mujer en medio de la calle de Vila-seca (Tarragonès) y después también se suicidó.

El de hoy también es el segundo crimen de violencia machista con un mosso d'esquadra implicado. En mayo de 2004 un mosso mató a puñaladas a su mujer y su suegra en su casa de Lliçà de Vall (Vallès Oriental) y posteriormente simuló que fueron víctimas de un atraco. Un jurado popular consideró culpable al mosso, que fue condenado en noviembre de 2006 por la Audiencia de Barcelona a 40 años de prisión, una pena que fue confirmada en el 2008 por el Tribunal Supremo. 

El Govern condena "energicament, Interior no habla

El Govern ha condenado "enérgicamente" el crimen. La presidenta del Institut Català de la Dona, Teresa M. Pitarch, ha reiterado "el compromiso" de seguir trabajando para la coordinación, prevención, detección, atención, pleno apoyo y recuperación de las mujeres que se encuentran en situación de violencia machista y de su entorno.

Pitarch, que ha expresado su sincero pésame a la familia de la víctima, ha ofrecido apoyo institucional al alcalde de la ciudad, Jordi San José, y ha recordado que el ICD dispone del teléfono 900.900.120 de asesoramiento y urgencia en caso de violencia machista.

A pesar del comunicado, no se hace mención de la condición de mosso del presunto asesino. Interior se remite al comunicado que ha enviado a primera hora de la mañana para comunicar los hechos donde no se detallaba tampoco la condición de agente policial.