La periodista Ana Alba, de 48 años, ha muerto en Barcelona este jueves. La muerte de Alba, después de luchar durante tres años contra un cáncer, ha conmocionado a sus compañeros y el conjunto de la profesión.

Alba era desde el 2011 corresponsal de El Periódico de Catalunya en Jerusalén, desde donde cubría la actualidad del conflicto árabe-israelí.

Anteriormente fue redactora de la sección de Món del diario AVUI, donde cubrió a partir de 1997, desde Sarajevo, la posguerra en la ex-Yugoslavia, primero en Bosnia-Herzegovina y después en el Kosovo. De hecho, empezó su tarea en los Balcanes como freelance.

Nacida en Barcelona en 1971, se licenció en Ciencias de la Información en la UAB en 1995. Alba, de carácter alegre y bondadoso y apasionada por su trabajo, combinaba un alto nivel de autoexigencia profesional con la entrega a las personas menos favorecidas y las víctimas de los duros conflictos que cubrió a pie de calle para los diarios donde trabajó.

Durante su enfermedad no dejó de enviar crónicas desde Jerusalén cada vez que regresaba después de  recibir sesiones de quimioterapia en Barcelona, según han recordado compañeros suyos de El Periódico de Catalunya.

La trayectoria de Ana Alba en el seguimiento del conflicto en Israel, Palestina y Gaza le valió el reconocimiento con el premio Julio Anguita Parrado en marzo del 2020. En mayo de este año también fue segunda finalista del premio Cirilo Rodríguez.

Uno de los últimos trabajos de Ana Alba fue el documental Condenadas en Gaza, centrada en la dureza de las condiciones de vida de las mujeres enfermas de cáncer en este territorio. Lo elaboró conjuntamente con la también periodista Beatriz Lecumberri.

También la oficina de prensa del gobierno de Israel, así como la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados han expresado su pésame.