El monolito franquista del Coll del Moro irá al suelo de manera "inmediata", según ha asegurado el presidente de la Diputación de Tarragona, Josep Poblet, administración propietaria del espacio. Poblet ha asegurado que en el plenario de la institución de finales de mes se aprobará la demolición de cualquier vestigio franquista de aquel entorno, así como la cesión del espacio al Ayuntamiento de Gandesa. El consistorio había reclamado la cesión de los terrenos para poder llevar a cabo excavaciones arqueológicas en la necrópolis y, más recientemente, la retirada del monolito para dejar de ser un lugar de peregrinaje fascista. El presidente de la Diputación ha explicado que el emplazamiento del Coll del Moro no sólo dejará de tener la simbología de lo que estuvo en un pasado sino que se reconvertirá en un sitio de investigación arqueológica y de campamento de prácticas de investigadores. "Limpiaremos del todo", ha lanzado.

Cansado del peregrinaje de melancólicos del régimen fascista, el alcalde de Gandesa, Carles Luz, reclamaba hace unos días a la Diputación de Tarragona, propietaria de los terrenos donde está ubicado, que o bien retirara del Coll del Moro el monumento de enaltecimiento a Franco, o bien que lo cediera, como hace dos años que se pide para proseguir con las excavaciones arqueológicas de la necrópolis íbera más importante de Catalunya porque entonces sería el consistorio de la capital de la Terra Alta quien lo sacaría. El presidente de la Diputación, Josep Poblet, ha dado una solución contundente. "Irá fuera de la manera más inmediata posible, no quedará ni rastro", ha asegurado. Una vez retirado todo vestigio y simbología fascista, se cederá la finca al Ayuntamiento de Gandesa para que se puedan extender las excavaciones e investigaciones arqueológicas.

El monumento del Coll del Moro está ubicado justo en el emplazamiento desde donde Francisco Franco dirigió en varias ocasiones la Batalla del Ebro. El monolito se inauguró en 1953, coincidiendo con los 15 años del final de aquella batalla, para hacer un homenaje al dictador de parte del ente provincial. Es una estructura de piedra, de cinco metros de altura, con el escudo franquista grabado en la parte más alta que actualmente está estropeado por el vandalismo. Tiene también otros símbolos fascistas, como el yugo y las flechas. Actualmente está lleno de pintadas de varias simbologías y en medio de un entorno lleno de maleza y ciertamente abandonado.

Sobre el monumento de Tortosa

El presidente de la Diputación de Tarragona, Josep Poblet, también ha aclarado que el ente no participará específicamente en la reinterpretación del monumento franquista de Tortosa, sino que colaborará con la ciudad como lo está haciendo hasta ahora. "¿Cómo vamos a ayudar a la ciudad de Tortosa si nos piden colaboración? Como lo hacemos con todos. Si en el marco de las ayudas que concede la Diputación quieren destinarlo a la reinterpretación del monumento, lo decidirán ellos", ha manifestado, desde "la neutralidad más absoluta". "Ni nos toca ni nos corresponde valorarlo. Es un acuerdo tomado por la ciudad de Tortosa a través de un proceso plenamente democrático", ha añadido.