Míriam Hatibi (Barcelona, 1993) creció en Bellpuig, hija de padres marroquíes. Es licenciada en Negocios Internacionales por la Universitat Pompeu Fabra y trabaja como analista en una agencia de comunicación basada en minería de datos en redes sociales. Responde con decisión. Sólo se le apaga la voz cuando llega al territorio incógnito en el que desaparece cartografia de las razones. Entonces se queda en puntos suspensivos y dice "no lo sé" con un deje triste. Ella es también portavoz de la Fundación Ibn Battutta, presidida por Mohammed Chaib, exdiputado (2003-2010) de Ciutadans pel Canvi. La FIB se dedica "a dar apoyo social, cultural, educativo y laboral a las personas procedentes de la diversidad, con la finalidad de la cual sean plenamente ciudadanos europeos". Hatibi será este sábado la voz de la comunidad musulmana en la manifestación de Barcelona. Ya lo fue en la plaza Catalunya el lunes 21. Allí dijo: "tenemos un verdadero problema que no tenemos que esconder [cuando] un joven que ha nacido o ha llegado desde pequeño a Catalunya se rebela contra su país".

¿Le llama la atención la actitud del imán de Vilvoorde, en Bélgica, que avisó a la policía porque la conducta del imán de Ripoll lo hizo sospechar que quizás estaba en presencia de un radical...
...de un delincuente.

...lo que sea. Es por contraste con Ripoll, de 10.000 habitantes con una comunidad musulmana de 500 personas, donde nadie se dio cuenta de que el imán era un radical o que captaba a chicos para hacer terroristas. Parece que aquí no estamos tan atentos como en Bélgica.
Si lo planteamos así... A ver. A mayor admiración [para|por el imán], mayor seguridad [de los jóvenes]. En Bélgica hubo un atentado hace dos años. Y en París. Hay países con menos tolerancia a la inmigración que España donde han pasado cosas. No es cuestión de desconfiar siempre del inmigrante. Creo que no es cuestión de control o sospecha constante, sino de información. Aquí [en el caso del imán de Ripoll] ha faltado información que no sabemos porque no ha llegado. Es increíble que información así no la hayan recibido y no se supiera que ese imán era así. A todo el mundo le ha sorprendido mucho que [el imán] hubiera llegado [a Ripoll], incluso al presidente de la comunidad islámica de Ripoll le ha sorprendido saber que tenía ese historial. No sé qué ha fallado. No sé cómo puede ser que información tan importante no haya llegado. Por lo que dicen, parece que el gobierno español tenía esta información y no la llegó a pasar... Nadie lo sabe... Se sabía pero no sabemos quién lo sabía. Está claro que tenían que aplicarse mejores controles, que esta información se tenía que pasar y estar más alerta. Si desde Bélgica ya lo pidieron...

No me refería a la inmigración en general, sino al nivel de atención sobre el radicalismo que mostraron en Vilvoorde. ¿Están más alerta?
Estos días hay mucho más rechazo a todo lo que parezca musulmán, abiertamente. Eso es hacer el juego a Daesh. Ellos mismos [Daesh] lo dicen al vídeo [donde amenazan con volver a atentar en España]: nosotros matamos inocentes porque así se hace más daño a la sociedad. Lo hacen por eso, para que empezamos a mirarnos extraño los unos en los otros. Creo que debe haber seguridad y control de los líderes religiosos, no en el sentido de apuntarlos como posibles culpables sino de que haya un registro y se sepa quiénes son. Ellos están en contacto con mucha gente. Tienen que ser personas válidas. Vale la pena asegurar que lo sean. En este sentido estoy de acuerdo con el control. Pero eso nunca tiene que suponer una fractura social ni pensar que si nos hubiéramos mirado mal habríamos evitado [los atentados]. Al fin y al cabo, estos chicos habían crecido aquí o habían nacido aquí... Se radicalizaron con un imán pero en muchos otros casos lo han hecho a través de internet. Nos hace falta un registro, sí, pero tampoco imitaría el modelo de otros países en este sentido porque ahora, en Catalunya, se ha demostrado que lo hemos hecho muy bien, que hemos actuado bien coordinados como sociedad y como instituciones. Son otros países que tienen que aprender de nosotros. Me ha gustado mucho que el consejero|conseller Romeva dijera tan claro que eso [los atentados] no tenía que suponer más restricciones a la inmigración, endurecer las fronteras....

No sé qué ha fallado. No sé cómo puede ser que información tan importante [sobre el imán de Ripoll] no haya llegado. Por lo que dicen, parece que el gobierno español tenía esta información y no la llegó a pasar... Nadie lo sabe...

Le preguntaba por un sistema de alerta más informal, lo que hay entre comunidades más pequeñas y más expuestas a la radicalización de sus miembros.
Si [el imán] hubiera pronunciado el discurso en la mezquita, la comunidad lo habría condenado. Pero este hombre aprovechó la mezquita como espacio para conocer a los chavales y se los llevó fuera para hablarles de temas de cariz más radical. Eso dificulta mucho la tarea de identificarlo como presunto terrorista. Yo no he vivido en Ripoll, no conozco aquella realidad. Pero no hay que estigmatizar las mezquitas y a los imanes. No hay que estigmatizar a toda la comunidad musulmana, a toda la inmigración. Hace falta control y un registro de los imanes. También como control de calidad. Los antecedentes penales, por ejemplo. Cualquier maestro tiene que entregar el certificado de penales para comprobar que no ha cometido delitos contra menores. En este caso, no sabemos quién tenía la información [sobre el imán de Ripoll] y no la pasó.

¿Todo eso no indica que, al margen de los controles, la comunidad musulmana tiene con los imanes un problema que quizás no aborda?
Para ser líder religioso hace falta pasar un proceso que garantice la calidad del liderazgo. Eso es muy importante, no sólo para evitar el terrorismo, sino porque [el imán] guía espiritual y socialmente a muchos jóvenes. Es su responsabilidad. Por eso tiene que saber su idioma, conocer bien su contexto social, la religión... En algunos casos eso no se hace bien. Si hubiera este control, que no es un control policial... ¡A mí, para trabajar aquí (la entrevista se hace en la agencia), me piden una carrera! Es simplemente garantizar unos mínimos para que el liderazgo religioso tenga calidad. Con esta calidad te aseguras muchas más cosas. Es un debate que tenido muchas veces [en la comunidad musulmana] en los últimos años: la formación de los imanes, que hablen el idioma y conozcan el contexto social...

¿No es desconcertante escuchar a los padres de estos chicos diciendo que no sabían nada?
No entraré a hablar de los padres. Creo que han sido muy valientes dando la cara. Toda Catalunya los ha visto. Han hecho declaraciones de condena de sus hijos. No soy nadie para valorar si lo sabían o no o si lo habrían podido hacer mejor.

Quizás no eran tan buenos chicos.
Son adolescentes y los adolescentes cambian muy rápido. Aquí han ido al extremo...

...algún adolescente había pero otros ya trabajaban...
...sí, pero todavía no eran personas hechas. Quizás eran niños normales y por alguien que los radicalizó dejaron de serlo. Lógicamente no es un buen chavall alguien que va a la Rambla y mata a 14 personas. Tampoco digo que no lo haya sido nunca. Digo que es un adolescente, que puede llegar un radical, comerle el coco, y pasar a ser una mala persona.

Es simplemente garantizar unos mínimos para que el liderazgo religioso tenga calidad. Con esta calidad te aseguras muchas más cosas. Es un debate que lo hemos hecho muchas veces

La prima de uno de los terroristas dice que la llegada del imán los cambió. Eso en Bélgica despertó una alerta que acabó con una llamada a la policía y en Ripoll no.
No lo sé. No puedo entrar a valorar qué pasa en una familia. Sería injusto. Han perdido a sus hijos dándose cuenta del tipo de persona que eran. Es muy duro. Imagino que no puedes evitar sentir pena porque es tu hijo y al mismo tiempo... ha pasado lo que ha pasado. Imagino que lo condenan... Pero entrar yo a valorarlo...

Quizás hay una cierta protección involuntaria dentro de la comunidad, un cerrar los ojos inconsciente, como quien no acaba de creérselo.
Tenemos que ser muy conscientes del proceso que atraviesa un adolescente, todos los adolescentes, no sólo los hijos de musulmanes. Reciben mucha información de muchas fuentes diferentes y se les puede manipular de muchas formas. Estos chicos pasaron de ser chicos problemáticos a ir a la mezquita, comportarse mejor... Para un padre creyente eso no es ningún problema. Es una conducta que le parece mejor. El punto que va entre ser más religioso, un momento por el que pasan muchos adolescentes, a ser un terrorista... No sé qué pasa en este tráfico, no sé cuánto tiempo pasa ni si estas familias habrían podido detectarlo. Pero entiendo que las familias se tomen como un cambio a mejor que un chico que pasa de todo se vuelva más religioso.

¿No es motivo de alerta?
Que un chico se vuelva religioso no lo es. Pero tienes que saber por qué [lo hace], qué hay detrás, quién le guía... Creo que todo lo que ha pasado hará que muchos padres cambien el chip en este país. Porque se ha visto qué puede pasar con un adolescente, qué rápido puede ser...

¿No será que...
...hay un punto de buenismo?

Más que buenismo, no será que no hay una inclusión real sino más bien indiferencia? Como en Holanda hasta principios de los años 60, donde todos estaban encuadrado en su "columna": la católica, la protestante, la liberal... Un protestante compraba al pastelero protestante, acudía al abogado protestante, leía el diario protestante... ¿Pasa el mismo con la comunidad musulmana, que sus miembros no salen de su entorno, digamos "halal"?
Está claro que hay espacio para una mejor convivencia. Hay espacio para hacerlo mejor. Inmigrantes y autóctonos piensan que el otro es más diferente de lo que realmente es. Eso hace que unos y otros no se acerquen a intercambiar una pregunta o compartan actividades de ocio. Es más típico de generaciones mayores, porque los más pequeños acuden a la escuela y allí se mezclan con todos. Creo que tampoco podemos culparnos de lo que ha pasado diciendo que no hay bastante convivencia. Esos chicos [de Ripoll] iban a la escuela, al club de fútbol... Eso es lo que ves en las ciudades, excepto entre la gente mayor, a quienes les cuesta más quizá por vergüenza o desconocimiento del idioma. Sin embargo... no sé.

¿En Catalunya hay buena convivencia o es más indiferencia e ir tirando?
Hay mucho desconocimiento, mucha ignorancia del nuevo perfil de persona catalana. Mucha confusión de términos entre integración, asimilación...

Se ha dicho que un atentado así sólo podía pasar a Catalunya porque la política de inmigración aquí es más buenista o más inclusiva...
Yo no me centraría en si las políticas son demasiado abiertas porque se acaba culpando a una comunidad de hechos cometidos por personas que han crecido aquí. Las políticas migratorias están muy centradas en la gente que llega cuando ya es adulta o tiene dificultades socioeconómicas y en este caso hablamos de adolescentes que han hecho... [los atentados]. Es su responsabilidad. Lo han hecho ellos. Decir que eso pasa en Catalunya por qué aplica tal política de inmigración es muy cobarde. Es hacerle el juego al Daesh que se aprovecha para decir "ya os lo dije, sois demasiado abiertos". Muchos países tienen mucho que copiar de las políticas migratorias y de inclusión social que se han hecho aquí.

El momento en que un adolescente piensa que no le creerán si dice que es catalán y prefiere decir "soy marroquí" porque el concepto de catalán no encaja con el color de piel, la religión... genera mucha inseguridad

También se ha dicho que incorporarse a Catalunya es más difícil porque genera entre los inmigrantes un nuevo conflicto identitario entre ser catalán y ser español.
La identidad es uno de los rasgos que conformas cuando eres adolescente, de los que más confianza o más inseguridad te dan. Todavía nos cuesta mucho entender la identidad plural, el hecho de ser una persona musulmana, con padres árabes y catalana. Tenemos que reforzar muchísimo esta identidad para que las personas tengan seguridad y sientan esta tierra como suya sin ningún tipo de duda y se atrevan a decirlo con la cabeza alta. El momento que un adolescente piensa que la gente no le creerá si dice que es catalán y prefiere decir "soy marroquí" porque el concepto de catalán no encaja con el color de piel, la religión... Si piensa "no puedo ser catalán si no como cerdo o no celebro la Navidad"... Estas cosas generan mucha inseguridad cuando eres adolescente. Son dificultades que puedes ir salvando. Pero en este caso [los atentados], una persona —que, además no sé qué otros factores añadidos ha aprovechado—, debilitó la estima a la tierra, sea Catalunya o España, cada uno que lo interprete como quiera.

¿Haciendo lo que han hecho, estos chicos han dicho "no soy de aquí"?
Claro.

¿Entonces nuestra sociedad no ha sido un incentivo para que ellos rehúsen la radicalización, el yihadismo?
Con los sueldos del Estado Islámico no puedes competir. La guerra es ideológica pero contra el incentivo monetario que ofrece [Daesh] no hay competición. Ofrecen unos sueldos brutales, de mercenario.

¿Y tampoco es atractivo el incentivo, digamos moral o social, de ser parte de esta comunidad o de mejorar tu vida y la de los tuyos?
No sabemos qué les ofrecen que pueda hacer olvidar todo eso.

¿Tiene la impresión que la comunidad musulmana tiene mucho trabajo por delante?
Sí tenemos mucho trabajo. Todavía no sabemos bien qué ha pasado. Estos días aparecen muchos expertos diciendo que la causa del extremismo es esta o aquella. Conocemos algunos factores pero ¿cuál es la fórmula que hace que un chico se radicalice? Si lo supiéramos ya estaríamos trabajando para que no fuera así. Hay mucho trabajo que hacer para saber qué ha pasado.