Metges de Catalunya (MC) ha anunciado una nueva convocatoria de huelga del personal facultativo tanto del sistema público como del concertado. Los paros se realizarán el 9 y 10 de diciembre de 2025 y el 14 y 15 de enero de 2026, en lo que el sindicato define como el inicio de un ciclo de movilizaciones sostenidas. La organización, que agrupa a cerca de 13.000 profesionales, avisa al Departamento de Salud de que las protestas se mantendrán hasta que se constituya un espacio de negociación específico para el colectivo médico, con acuerdos vinculantes en materia asistencial, organizativa y laboral. La convocatoria llega después de la huelga del 3 de octubre, que reunió a 2.000 profesionales ante la sede de Salud. A pesar de que aquel mismo día la consejería atendió a los representantes del sindicato y se comprometió a dar respuesta a sus demandas, Metges de Catalunya asegura que esta “no ha llegado” y que tampoco “se ha producido ninguna reunión con la consejera Olga Pané o el director del CatSalut, Alfredo García”

Según el sindicato, la situación del sistema no se puede dejar en “guarismo” y hay que “aportar soluciones reales a la sobrecarga asistencial, las plantillas insuficientes o el agotamiento profesional”. Además, MC defiende la necesidad de una jornada laboral más “humana” que permita conciliar y disponer de tiempo personal, tanto en el horario ordinario como en las guardias de 24 horas. La organización reclama también establecer las bases del futuro sistema de salud de una Catalunya con diez millones de habitantes, porque “mantener un servicio asistencial sostenido por el sobreesfuerzo y la explotación de los profesionales no tiene más recorrido”.

Una protesta en todo el Estado

Las cuatro jornadas de huelga tendrán réplica a escala estatal a través de la Agrupación por un Estatuto Médico y Facultativo (APEMYF), integrada por dieciséis organizaciones. La plataforma coordina acciones ante la renovación del Estatuto Marco impulsada por el Ministerio de Sanidad, rechazada por los facultativos, que consideran que no se les tiene en cuenta en la negociación y que sus demandas no son atendidas.

 

Servicios mínimos

En el servicio de urgencias, se debe garantizar su normal funcionamiento, tanto la atención a los enfermos externos como la atención a los ingresados en las unidades de observación de urgencias, a criterio del médico encargado del enfermo. En las unidades especiales se debe asegurar el normal funcionamiento de las unidades de cuidados intensivos (UCI), unidades de vigilancia intensiva (UVI), unidades coronarias, unidades de hemodiálisis, neonatología, partos y todas las que tengan consideración de unidades especiales de urgencia vital. En el caso de los tratamientos esenciales, se deben garantizar los tratamientos de radioterapia y quimioterapia en situaciones urgentes y de necesidad vital. En otras situaciones, se garantizan a criterio del facultativo que atienda al enfermo. En cuanto a la actividad quirúrgica, se debe atender la que sea inaplazable que derive de la atención urgente y grave, a criterio de la dirección médica (previamente escuchado el jefe de servicio). A los enfermos ingresados se les debe respetar su derecho a ser atendidos.

Por otro lado, en la asistencia extrahospitalaria, es decir, la atención primaria (CAPs), CUAP, PAC y PADES, se garantizará la asistencia urgente durante el horario habitual de cada centro de atención continuada y urgente, con unos servicios mínimos del 25% de la plantilla. Los servicios farmacéuticos se deben mantener con el personal facultativo adecuado que preste servicios en los turnos de guardia y noche y en el transporte sanitario se debe garantizar el servicio para atender todas las urgencias sanitarias. En cuanto al Banco de Sangre y Tejidos, el departamento propone unos servicios mínimos del 50% del servicio para asegurar la existencia de un stock suficiente de plaquetas