Cada vez hay más familias que incorporan un perro a su hogar. De hecho, en Catalunya hay más de 1,2 millones de perros (1.254.211), una cifra que supera la de los menores de 14 años en el país, que es de 1.139.260, según el último censo disponible. Las instituciones se adaptan progresivamente a estos cambios sociales, ofreciendo servicios que cumplan con las necesidades que comporta este incremento de animales de compañía, que aumenta cada año. Es el caso de los municipios costeros de Catalunya, que con la llegada del verano habilitan espacios para los perros en sus playas. Según un informe de la ACN, dos de cada tres municipios tendrán playa para perros este verano, lo que representa que un total de 45 de las 69 poblaciones que limitan con el litoral dispondrán de espacios habilitados o bien aceptarán mascotas caninas los próximos meses. Eso significa un aumento de ocho municipios más que el año 2023, con incorporaciones recientes como Tarragona, Sant Pol de Mar o Llançà.
Las comarcas con más tramos
Catalunya tiene un total de 12 comarcas que tocan al mar, y todas tienen algún tramo para perros en sus playas, a excepción de la Selva, después de que el Baix Penedès, que tampoco disponía, haya incorporado este verano por primera vez una playa El Vendrell. El Maresme y el Alt Empordà son las comarcas que disponen de más espacios habilitados para estos animales, con 13 y 11 playas, respectivamente, lo que hace que los 24 espacios de las dos comarcas signifiquen prácticamente la mitad de las 51 del total. El Tarragonès registra 6, mientras que en el Garraf hay cuatro tramos del litoral donde se puede ir con el animal de compañía, y en el Baix Ebre o el Baix Empordà, tres. El Barcelonès tiene una en la capital y otra en el centro de Badalona, detrás de la piscina Mireia Belmonte, y el Baix Llobregat y el Baix Camp también cuentan con dos, una más que la primera, que se pondrá en marcha entre finales de mayo y principios de junio en El Vendrell, en el Baix Penedès.
Cadaqués, el municipio con más tramos
En el ámbito de municipios, en conjunto, hay un 65% de las poblaciones costeras que tendrán un espacio para mascotas como mínimo, lo que aumenta la cifra que había hace dos años, que era del 53,6%. Los municipios que disponen de más tramos habilitados en su costa son Cadaqués, que tiene cuatro, seguido de Sant Pol de Mar, con tres, y El Port de la Selva, con dos. Estos tres municipios son los únicos del país con más de un tramo de playa para perros.
Los que no aceptan perros
En el lado contrario, hay 24 municipios, de los 69 que tienen costa que no aceptan perros, por varios motivos, destacando Castelldefels, que lo está estudiando, pero que todavía no ha tomado una decisión en firme. El municipio dispone de 5 kilómetros de costa lineal, pero fuentes municipales han explicado a la ACN que “por su idiosincrasia, es complicado instalar una playa de perros que tenga el consenso de toda la ciudadanía”. Sant Pere Pescador tampoco dispone y, aunque aseguran que “les gustaría”, no lo pueden hacer porque su costa es parte del Parc Natural de los Aiguamolls de l'Empordà y la presencia de perros podría afectar la nidificación de pájaros. En Creixell, el motivo de la negativa es que “gran parte de la playa es considerada parte del Pla d'Espais d'Interès Natural (PEIN) y, el resto, se encuentra muy próximo a las primeras viviendas de la costa”. Otros municipios, como Blanes, aducen que no disponen de una zona extensa de playa y que no quieren perder la distinción de bandera azul.
Con respecto a la medida de los espacios, también difiere según las playas y su dimensión. En la playa del Arenal de L'Ampolla hay un tramo de 300 m² sin servicios habilitado del 1 de mayo al 30 de septiembre, mientras que el resto del año, los perros pueden acceder a cualquier playa. Un poco más al sur, en el delta del Ebre, en la playa de la Bassa de l'Arena de Deltebre, se han destinado 500 metros en la parte sur. Todavía en el delta, unos 26.000 m² están destinados a este uso en la playa de los Eucaliptus de Amposta. Y en el otro extremo del país, en Portbou, en la zona de la Platja Gran, hay 30 metros de anchura para mascotas.
Restricciones de uso
Estos espacios habilitados para las mascotas caninas, sin embargo, no se pueden utilizar siempre y a cualquier hora, sino que están restringidos a unos horarios concretos durante el verano, de día o de noche, en algunos casos, para favorecer la convivencia con el resto de usuarios. Habitualmente la restricción afecta a los horarios diurnos, como es el caso de la playa de Llevant, que es la única playa de Barcelona habilitada. La parte norte de este tramo acepta cánidos de 10.30 a 19.30 horas desde este sábado, el día que empieza la temporada alta de baño en la capital catalana, y hasta la Diada. La playa del Far de Vilanova i la Geltrú acepta entre las 9 y las 20 horas a partir del 1 de mayo, en un espacio que se estrenó el año pasado. Otros han habilitado playas en horario nocturno, como es el caso de El Prat de Llobregat, que acepta el uso del espacio entre los accesos 22 y 24 por parte de los perros entre el 1 de mayo y el 30 de septiembre de 20.00 a 08.00 horas. Las casuísticas son diversas, ya que por ejemplo el tramo de la playa de Altafulla entre la plaza Consolat de Mar y el Fortí está disponible para los animales entre el 1 de abril y el 15 de octubre, de 7:00 a 8:30 de la mañana y de 22:00 a 23:30 horas.
Servicios, pero no en todas partes
Con respecto a los servicios que ofrecen estos municipios, que disponen de espacios habilitados para perros, son diversos. Algunos disponen de duchas específicas para mascotas, como es el caso del barrio del Poblenou, en Pineda de Mar, donde se ha instalado una ducha específica para mascotas, y en el Vendrell se está valorando hacerlo también en un espacio nuevo con salida al mar que todavía no está operativo. En la playa del Barri Marítim de Torredembarra, el espacio está equipado con una valla perimetral, cartelera informativa, una fuente, una ducha para perros y papeleras para depositar excrementos y desperdicios.
Otros espacios, como la playa de Belis de Sant Pere de Ribes, no tienen ningún servicio. El caso del municipio garrafense es el de una cala natural que, según fuentes del consistorio, no está regulada y, por lo tanto, se puede ir con mascota, pero sin servicios. En algunos casos se pide que estén atados, como la playa de los Griells de Torroella de Montgrí. En la de Arenys de Mar, los animales que hagan uso de la zona de baño tendrán que llevar un pañuelo específico que los identifica, dejando claro que cumplen los requisitos de uso del espacio.