Mark David Chapman, el hombre que asesinó a John Lennon en la ciudad de Nueva York el 8 de diciembre de 1980, hace casi 36 años, continuará recluido en la prisión de máxima seguridad de Wende, en el condado de Erie, cerca de Buffalo (Nueva York, Estados Unidos), una vez su petición de libertad condicional ha sido rechazada por novena vez desde el año 2000.

Chapman, de 61 años, no ha conseguido convencer, una vez más, a la junta estatal que podría darle la libertad condicional, por lo que continuará con su reclusión. Seguidor obsesionado con Lennon y The Beatles, Chapman fue declarado culpable por disparar contra el músico cuando llegaba con su mujer, Yoko Ono, al edificio de apartamentos Dakota donde residía en diciembre de 1980.

Treinta y seis años entre rejas

Chapman fue condenado a una pena de 20 años a cadena perpetua –es decir, sentencia de cadena perpetua en la cual el reo puede solicitar la libertad condicional a partir de los veinte años de internamiento– después de declararse culpable de asesinato en segundo grado. Su solicitud de libertad condicional se ha producido cada dos años desde 2000.

"Aunque existen varios factores favorables, encontramos que todo eso se contrarresta con el final premeditado y de investigación de fama del crimen", ha indicado en un comunicado la Junta de Libertad Condicional de Nueva York al rechazar la petición de Chapman.

"A partir de nuestra entrevista y de la revisión de sus registros, nos encontramos con que su libertad sería incompatible con el bienestar de la sociedad y por lo tanto despreciaría la seriedad del crimen", ha asegurado el panel.