Esta mañana ha tenido lugar una manifestación en defensa de los derechos sociales, convocada por Comisiones Obreras, la Unión General de Trabajadores, la Assemblea Nacional de Catalunya (ANC), ConvergènciaEsquerra Republicana de Catalunya, el Partit dels Socialistes de Catalunya, Catalunya Sí Que Es Pot , Iniciativa per Catalunya - Els Verds, Unió, Òmnium Cultural, la Associació de Municipis per la Independència, y decenas de fuerzas políticas y entidades sociales. La manifestación ha reunido a 60.000 personas, según los datos de los organizadores, mientras que la Guàrdia Urbana ha estimado que los asistentes eran sólo 8.000. El lema de la manifestación era "los derechos no se suspenden: trabajo digno, derechos sociales y democracia real". Ha participado en el acto una nutrida participación del Govern, encabezada por el vicepresident Oriol Junqueras, y también ha asistido la presidenta del Parlament, Carme Forcadell.

Las razones de una manifestación

La suspensión de la ley de emergencia energética del Parlament de Catalunya por parte del Tribunal Constitucional ha sido el detonante de esta convocatoria, que se hacía bajo el lema "Els drets no se suspenen". Pero en realidad, el problema es anterior a esta medida, y tiene que ver con la decisión de este tribunal de suspender numerosas leyes catalanas que garantizan derechos sociales a instancias de recursos del Gobierno central. De hecho, en la manifestación se han repetido las críticas al Tribunal Constitucional, y al Partido Popular (PP) que recurre a él sistemáticamente. De esta forma, fuerzas políticas que habitualmente no se encuentran juntas han coincidido en este caso, en protesta por la paralización de las leyes sociales impulsadas desde Catalunya.

Situación límite

Los dos sindicatos convocantes, UGT y Comisiones Obreras de Catalunya, han encabezado la protesta. Joan Carles Gallego, secretario general de Comisiones, ha afirmado que no se pueden suspender los derechos cuando hay pobreza social y cuando miles de personas no tienen los ingresos mínimos para sobrevivir. Camil Ros, el secretario general de la UGT, ha criticado especialmente que el Tribunal Constitucional no defienda el derecho a la vivienda ni al trabajo digno.

El manifiesto

La manifestación ha salido de la plaza Urquinaona y ha acabado en el Pla de Palau, donde Jordi Giró, presidente de las asociaciones de vecinos de Catalunya (CONFAVC) ha leído un manifiesto. Éste insistía en que "los derechos sociales no se suspenden" porque "son la base sobre la que se sustenta un país mejor". Y se ha aclarado que "la plenitud de Catalunya sólo se alcanzará si hay libertad y justicia social". Se ha pedido la aplicación inmediata de las leyes de igualdad y de emergencia social; la marcha atrás en la reforma laboral; la retirada de la LOMCE; y la suspensión de la ley mordaza. Los convocantes han reclamado un cambio político en profundidad, y han encontrado una fórmula para hacer encajar el soberanismo y otras opciones políticas: "El país reclama un nuevo contrato político", decía el manifiesto.

Juntos, pero no revueltos

Los participantes en la manifestación iban integrados en bloques bien separados: por una parte los sindicatos, juntos, y por otra cada uno de los partidos políticos y algunas entidades sociales, y finalmente una masa de gente más o menos agrupada en torno a la ANC. En los grupos soberanistas, el grito más repetido era "Independència" y, también, "Desobediència", mientras que en los bloques sindicales y de los grupos de izquierdas eran más frecuentes los eslóganes contra los recortes, como "Los derechos no se recortan", "Queremos nuestros derechos" o "Rajoy, cabrón, retalla't els collons". No había muchos eslógans que uniesen a todos los manifestantes.

Compañeros de viaje

El número de participantes en la manifestación era discreto, si tenemos en cuenta el número de entidades convocantes. No se veía ni una sola pancarta de la CUP, ni de Catalunya Sí que Es Pot. La Joventut Nacionalista de Catalunya, los jóvenes de Convergència, a duras penas agrupaban a una docena de militantes (eso sí, llevaban la pancarta más radical: "TC: Tribunal Criminal"). Hoy la ANC no ha desplegado sus mejores dotes de convocatoria, aunque aportaba el grupo más numeroso de manifestantes. Pero la UGT ha valorado muy positivamente la convocatoria conjunta; Camil Ros ha afirmado que "hoy no termina nada. Hoy empieza todo". Jordi Cuixart, de Òmnium Cultural, se ha mostrado de acuerdo con estas afirmaciones y ha asegurado que "en Catalunya no hay mayor cuestión nacional que los derechos sociales".

Un largo camino

Los organizadores del acto no esperan que el Partido Popular modifique rápidamente sus políticas, ni que el Tribunal Constitucional cambie de actitud. Por ello han avisado que "tendremos que seguir manifestándonos. Tendremos que volver a salir en defensa de nuestros derechos". El acto ha acabado con el canto de Els Segadors.