El ayuntamiento de Málaga ha decidido instalar un espacio para perros sobre los restos de la principal fosa común del cementerio de San Rafael, según ha informado la Cadena Ser Málaga. El pipi-can cubre del todo la fosa número 8, con cerca de 500 metros cuadrados, el mayor del conjunto de San Rafael, donde hay enterrados cerca de un millar de cuerpos represaliados de la Guerra Civil y la dictadura.

Eso ha provocado la indignación de la Asociación de la Memoria Histórica de Málaga que pide respeto por las víctimas. De hecho, pide la retirada del espacio, según la misma emisora. Mientras tanto, el Departamento de Medio Ambiente asegura que el espacio no está destinado a los perros para que hagan sus necesidades sino que es un espacio para que los perros puedan correr, es decir, básicamente habla de un "parque canino".

La necrópolis de San Rafael tiene hasta 2.840 cadáveres. Se trata del conjunto de fosas comunes de la Guerra Civil más grande, incluso, de Europa, sólo por detrás de la antigua Yugoslavia. Aunque una parte de estas fosas, sin embargo, ya han sido exhumadas y se han podido recuperar más de 2.000 cuerpos, todavía quedan cuerpos por exhumar; entre ellos, justamente, los de la fosa número 8, donde el consistorio ha decidido hacer el pipi-can.