El niño de dos años asesinado en Barcelona el mes de agosto pasado ya no se llama Leo Álvarez. Tal como ha comunicado la abogada de la familia, Carla Vall, el pasado 22 de abril la ministra de Justicia española, Pillar Lllop, dictó el orden ministerial que resolvía la petición de la familia para cambiar post mortem el nombre del niño asesinado para evitar que siguiera llevando el apellido de su asesino, el padre de la criatura.

El pasado 24 de agosto Martín Ezequiel Álvarez Giaccio llevó a su hijo Leo en un hotel de Barcelona y lo ahogó hasta matarlo. Después, avisó a la madre y escapó del hotel Concordia, hasta el Aeropuerto del Prat, donde se colgó con su cinturón de un árbol. No fue hasta al cabo de unos días que los Mossos d'Esquadra lo encontraron, después de hacer batidas por varios lugares, también en donde fue encontrado. Agentes de la unidad subacuática de la policía catalana peinaron también un canal de agua del Llobregat hasta que, por el olor, escondido entre una grande encañizada, encontraron el cadáver del hombre.

Era la persona más buscada de Catalunya en aquel momento. Nadie sabía donde podía estar, si se había escapado del país y si la vida de la madre del pequeño Leo estaba en peligro. Los Mossos d'Esquadra montaron un dispositivo de protección personal integral, con agentes de la División de Escoltas, a la madre del niño. Las imágenes de las cámaras de seguridad confirmaron los hechos, también los mensajes que envió a la madre, Aurélie, pero al ser encontrado sin vida, se archivó el caso.

El niño ya no lleva el apellido de su asesino

La defensa de la madre, sin embargo, pidió poder retirar el apellido del asesino del niño aunque ya estuviera muerto. Un vacío legal lo permite hacer en vida, sin embargo, no lo permitía hacer post mortem. Igualmente, por motivos "excepcionales y de urgencia", la ministra española de Justicia lo ha aceptado, haciendo efectivo el cambio que reclamaba la madre del niño asesinado, víctima de violencia vicària. Según la defensa de la madre, este cambio significa un "acto restaurativo imprescindible, emocional, psicológico, socialmente y necesario para la reparación de la madre".

La abogada Carla Vall también asegura que este cambio abre la puerta a poder hacer más cambios de nombre de menores asesinados por sus padres víctimas de este tipo de violencia. Igualmente, esperan que se puedan hacer los cambios que correspondan a fin de que la eliminación del nombre del asesino se pueda hacer justo después de la muerte, para poder hacer el entierro de la criatura ya con los apellidos maternos y no los de su asesino.

Violencia vicaria

Martín Ezequiel Álvarez Giaccio mató a su hijo de dos años en un claro acto de violencia contra su expareja. Es lo que se conoce, a pesar de la falta de reconocimiento legal, como violencia vicaria, la que practican los hombres contra las mujeres por medio de sus hijos, causándoles la muerte.