"He venido porque soy vecino del barrio y por devoción...", dice uno de los vecinos que ha venido por primera vez a la procesión del Cristo de la Buena Muerte de los ex legionarios. Pero no pasan ni treinta segundos de la conversación y añade: "Bien, y porque me gusta". 

Cada año hacen la procesión del Jueves Santo sacando al Santo Cristo, después de un ritual dentro de la Iglesia que se acerca más a una maniobra militar que a una liturgia religiosa. El Ajuntament de l'Hospitalet lo había prohibido, y los ex legionarios, junto con el apoyo del rector de la iglesia de la Inmaculada Concepción, el ex militar Custodio Ballestero, han puesto una pancarta delante y han informado que hacian una manifestación. Y han salido a la calle. Y no ha pasado nada. Nada más allá de los compases militares y los gritos de "Viva España y Viva la legión".

"No se puede prohibir una manifestación por motivos ideológicos", ha declarado Ballester a El Nacional. "Aquellos tiempos ya hace 40 años que pasaron. Hombre, que estamos en una democracia", ha añadido. El rector nos saluda cordialmente y satisfecho por la gran cantidad de gente que se ha congregado. "Nos han hecho la propaganda este año", ha apuntado y se ha mostrado seguro que "los Mossos se han declarado incompetentes para hacer nada" para detener la procesión disfrazada de manifestación. También ha explicado con cierto rencor que "la alcaldesa [Núria Marín] ha pedido al obispo mi cabeza". Y acto seguido se ha marchado satisfecho a atender a un grupo de feligresas que lo esperaban a la puerta de la Iglesia de Inmaculada Concepción, de donde debía salir el Cristo de la Buena Muerte.rte.

Fieles de la Legión

Una mujer se ha dirigido a la entrada de la Iglesia y ha preguntado a un exlegionario si al final la manifestación se realizaría. "Con el peligro de que nos detengan los Mossos, pero la haremos", ha indicado el interpelado muy seguro. A su lado ha aparecido otro exlegionario, encargado del servicio de orden, y ha añadido orgulloso: "Somos muchos".

Siguiendo la procesión había gente de todas las edades. "Eso es como a quién le gusta el fútbol o los toros", decía una señora que por primera vez asistía al acto. Ha explicado que su suegro era legionario y que no entiende porque quieren prohibir una procesión que considera que no deja de ser una tradición. Su nuera la ha cortado: "!La han prohibido por otra cosa!". La señora se lo ha mirado y ha soltado: "Pero no se tienen que mezclar las cosas". 

Un vecino del barrio también afirmaba sacando pecho: "Me gusta el ambiente militar. No es nada malo. Es respetable". Y un amigo que estaba a su lado ha añadido: "Es un sentimiento patriótico, no pasa nada, no?. 

Y mientras la manifestación seguía calle arriba con una saeta sonando por el megáfono, en una escena más propia de los años 80, se escuchaban los gritos de espontáneos vitoreando España, la Legión y el Cristo de la Buena Muerte.

Con el brazo alzado

Muchos de los asistentes a la procesión han seguido el acto con el brazo alzado y aguantando el móvil. Hacían fotos y grababan la salida del Cristo de la Buena Muerte y no se perdían detalle de los pasos de los exlegionarios que escoltaban la imagen llevada por 5 de ellos.

Dentro de la Iglesia, los asistentes también lo han grabado todo. Y fuera se hacían fotos para intentar inmortalizar el momento. Algunos han alzado a los niños en hombros y les han dado el aparato, porque aunque eran menores así podían registrar desde una posición privilegiada una procesión del Jueves Santo que, para ellos, es el punto de salida de la Semana Santa.