Un artículo del diario Le Monde afirma que los atentados de Barcelona tendrán repercusiones políticas y se plantea si podrían acelerar el proceso catalán. El profesor del Conservatorio Nacional de Artes y Oficios Christian Hoarau cita al sociólogo británico Antony Giddens, que compara un ataque y un accidente de tráfico, hecho que "obliga los conductores a reducir su velocidad, al ver el horror, que lleva a la prudencia y la calma". No obstante, añade que "el olvido se establece rápidamente y los hechos se aceleran de nuevo". El artículo acaba con la pregunta, en el aire: "Pasará lo mismo con los responsables políticos sobre la cuestión catalana"?.

Por otra parte, y para corroborar los posibles cambios políticos raíz de los atentados, Hoarau recuerda el ataque del 11M, ya que indica que es "un precedente interesante que lleva a preguntarse si esta matanza ha jugado un papel decisivo en la derrota del Partido Popular" por la equivocada atribución de los atentados a la banda terrorista ETA. El artículo también menciona que eso tuvo un "afecto a corto plazo en la retirada de las tropas de la coalición internacional decidida por José Luis Rodriguez Zapatero", y "a medio y largo plazo en el declive de ETA causa del efecto sobre la población por la magnitud de esta masacre".

La seguridad como prioridad

Asimismo, Le Monde afirma que los ataques a Barcelona y Cambrils "influirán en el futuro de la sociedad catalana". No obstante, apunta que "mientras la memoria se mantenga viva, la prioridad de la seguridad pasará, a corto plazo, por delante de la cuestión de la independencia y obligará a la Generalitat a trabajar más estrechamente con el gobierno central". De la misma manera, el artículo apuntala problemática de la turismofòbia, y plantea que los ataques "probablemente cambiarán la imagen de los barceloneses hacia los turistas" y expresa que estas "fueron las principales víctimas y no son enemigos de los catalanes".

Por último, Le Monde también menciona los cuerpos de seguridad y dice que "la prioridad de la seguridad, probablemente eclipsada por la cuestión de la independencia, ahora implica la integración de los Mossos d'Esquadra en los servicios antiterroristas españoles y garantizar su conexión directa con Europol, como los servicios de vascos". También menciona que este tema estaba en la agenda de la reunión de la Junta de Seguridad de Catalunya celebrada el pasado mes de julio, pero que "ha sido inactiva durante los últimos años a causa de los conflictos entre el Gobierno central y la Generalitat".