"Es necesario tener menos tráfico en la ciudad y eso significa un transporte público más eficiente". Ole Thorson es un convencido del transporte público y, en este caso, del tranvía. Lo ve como una solución a los accidentes y a los problemas de movilidad. Thorson, ingeniero de caminos especializado en tráfico y presidente de la Asociación de Prevención de Accidentes de Tráfico P(A)T, lidera la plataforma formada por una treintena de entidades sociales que defienden que la reforma de la Diagonal de Barcelona tiene que velar por la calidad medioambiental y la seguridad de los peatones. 

Las plataformas por la Qualitat de l'Aire y Diagonal per a Tothom entran en el debate sobre el tranvía y han hecho pùblico su posicionamiento sobre la polémica a raíz del proyecto de reforma de la Diagonal y la propuesta del gobierno d'Ada Colau de unir el tranvía de Glòries con el de Francesc Macià: "Con 3.500 muertes prematuras anuales en el área metropolitana, y el escándalo de Volkswagen y otras marcas golpeando directamente sobre nuestra salud, 3,6 kilómetros de tranvía parecen preocupar más a algunos políticos que un millón de coches entrando y saliendo de nuestra ciudad".

Las entidades sociales recuerdan que "el tranvía de la Diagonal interconectado dobla la eficiencia de la red actual y equivale en capacidad a seis carriles de circulación totalmente electrificados. En cambio, poner pilas eléctricas a los autobuses ni los hará más rápidos ni crecer en capacidad. En la Diagonal necesitamos transportes públicos más rápidos y de alta capacidad capaces de hacer frente a la fuerte demanda de un eje trascendental que no tiene metro ni alrededores, como tienen Meridiana y Gran Via". Asimismo hacen incidencia en que "la interconexión de tranvías tiene un efecto en cadena que permite mejorar el transporte público en todos los barrios, ya que permite dedicar entre 47 y 75 autobuses hoy ralentizados en la Diagonal a reforzar las líneas H y V de la nueva red de bus y convencional en el resto de la ciudad. Además la reforma de la Diagonal sigue siendo necesaria para favorecer la bicicleta, el peatón y la seguridad vial"

Quién la tiene más larga

El frente común de la oposición del consistorio barcelonés para evitar que la conexión del tranvía se haga sin un estudio previo y consenso entre los grupos con CiU, PP, PSC, ERC y C's ha irritado a las entidades sociales que velan por la calidad del aire y la movilidad segura.

Denuncian que "muchas veces las ganas de generar titulares arrastran a una parte de los políticos a inventarse los resultados de una consulta (nunca se ha votado entre tranvía o bus, sino entre Bulevard o Rambla) o aludir a estudios contra el tranvía que ni existen (el estudio del Cenit para optimizar los autobuses eléctricos no era contra la conexión ni contaba con toda la demanda)".

Para Ole Thorson el debate político sólo gira entorno a demostrar "quién tiene más poder, quién tiene més razón". Y añade que "en el nuevo diseño de la Diagonal hay muchos intereses de partidos pero los que estamos realmente interesados en la movilidad y el medio ambiente tenemos claro que es necesario poner freno al uso del coche en la ciudad".

Moverse más rápido y más seguro

Ole Thorson pone sobre la mesa dos problemas actuales sobre la movilidad en la ciudad de Barcelona: La gran cantidad de coches y los problemas de seguridad de la Diagonal. "Se puede discutir un tipo de transporte público u otro, pero hay que cambiar la manera de gestionar el tráfico y el transporte público y el tranvía ayuda mucho a ello". 

En el comunicado, las entidades sociales destacan: "Si queremos reducir el tráfico a la Diagonal no podemos quedar limitados por un sistema de autobuses colapsado que mejorado sólo podría llegar a 2.800 viajeros / hora y sentido frente los 8.000 viajeros / hora y sentido del tranvía. Además el tranvía da servicio a 9 municipios (Barcelona, l'Hospitalet, Esplugues, Cornellà, Sant Joan Despí, Sant Just Desvern, Sant Feliu de Llobregat, Sant Adrià de Besòs y Badalona)

Según Thorson, "hay que cambiar el sistema de regulación del transporte público y los criterios para garantizar la seguridad". El presidente de la P(A)T añade que es necesario "conectar mejor los municipios de los alrededores de Barcelona y hacer una red coherente" y en este sentido la posibilidad de unir el Trambaix y el Trambesòs por la Diagonal es un punto fuerte. 

Un cambio de estrategia

Las entidades adheridas a las plataformas por la Qualitat de l'Aire y Diagonal per a Totohom reclaman un cambio en la estrategia del Ajuntament y proponen seis puntos de acción: 

1. Hacer frente el lobby de la automoción y la contaminación urbana, que es lo que nos tendría que estar preocupando. Pedimos medidas efectivas de una vez por todas, y que se estudie la aplicación de la Zona Urbana de Atmósfera Protegida (ZUAP).

2. Moratoria a la construcción de ampliaciones viarias, como la Ronda Litoral o la autovía Sant Andreu – Sagrera.

3. No generar dinámicas de enfrentamiento territorial, vecinal ni municipales, que son del todo innecesarias, y mucho menos jugando con las necesidades de transporte público.

4. No hacer uso partidista del metro en la Zona Franca ni del tranvía de la Diagonal, ejecutarlos a la hora y calendaritzar-los con criterios técnicos y no políticos. Asociar los dos proyectos a una reducción efectiva del tráfico.

5. Investigar a los modelos concesionales del metro línea 9-10 y del tranvía, con el objeto de depurar cualquier posible financiación irregular de partidos (caso Pujol, etcétera)

6. Evitar que la extensión de la línea 9-10 del metro automático y la interconexión de los tranvías se traduzca en una pérdida de autobuses y de trabajadores del transporte público.