La Fiscalía ha abierto contra Teresa Forcades, monja benedictina y médico, bajo la sospecha de que haya podido cometer un delito contra la salud pública. Según publica El País, los Mossos están investigando, a petición de la Fiscalía, si Forcades recetó sustancias ilegales a pacientes con enfermedades graves. También indagan si el acceso a estos falsos remedios llevó a los pacientes a abandonar el tratamiento convencional. La investigación se ha puesto en marcha después de que la Fiscalía de Manresa recibiera una comunicación del Colegio Oficial de Médicos de Barcelona (COMB) en que se advertía de las actividades de Forcades que podrían constituir un delito.

Por su parte, Forcades, quien se encuentra de viaje, ha afirmado no haber recibido ningún tipo de comunicación de la Fiscalía. Además, en declaraciones en El País, ha negado "categóricamente" los hechos por los cuales se la investiga. Ha asegurado "no haber infringido cualquiera normal deontológica". "Desde el 2018, el Colegio Oficial de Médicos de Barcelona está intentando de manera activa y constante coartar mi libertad de expresión sin ninguna base ni evidencia científica", ha denunciado a la monja. Forcades ha asegurado que se reserva "acciones judiciales" contra aquellos que le atribuyan "informaciones falsas".

Alerta en enero

Los hechos que el COMB ha puesto en conocimiento de la justicia bajo la sospecha de que podrían conformar un delito, hicieron saltar las alertas de la institución el de enero. Según una portavoz de la institución, este observó "hechos que podían ser constitutivos de delito en el marco del ejercicio profesional y la práctica asistencial de la doctora". La portavoz ha expuesto que la obligación del Colegio es informar a las autoridades competentes si detecta de que se pueden estar comentan hechos delictivos y así lo hizo en el caso de Forcades.

Desde la institución no se han facilitado los detalles sobre los pacientes que podrían estar afectados por estas malas prácticas que se sospechan que podría haber llevado a cabo Forcades. Tampoco han detalles qué sueño los supuestos productos ilegales que utilizaba la monja. Pero el que sí que han subrayado que el caso va más allá de la divulgación de falsos remedios. Lo que se investiga es si hubo "una indicación de productos prohibidos por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) para uso humano y que pueden suponer un riesgo para la salud". Además, se estudia si las indicaciones hicieron que pacientes graves abandonaran los tratamientos convencionales de sus enfermedades.

Cuando la información llegó a la Fiscalía, esta encargó a los Mossos una investigación para aclarar los hechos. El fiscal de Manresa es quien se ha hecho cargo el caso y tiene un margen de seis meses por decidir si ve indicios de delito contra la salud publica y presenta una querella ante el juez. En caso de no ser así, el caso quedaría archivado.