Quedaban un par de horas para el toque de queda cuando dos tiros sobresaltaron a los peatones que paseaban por el Paseo de Sant Joan de Barcelona. Un agente de la Guardia Urbana acababa de disparar contra un sintecho que presuntamente lo había amenazado con un cuchillo. El hombre quedó herido grave. El Síndic de Greuges ha abierto una investigación de oficio ante la gravedad de los hechos. Quiere toda la información correspondiente al incidente, especialmente, la relativa a los agentes implicados.

El objetivo es conocer el detalle de la actuación para determinar si la reacción fue proporcional y respondía o no a los protocolos previstos por el cuerpo. En un comunicado, el Síndic explica que ha conocido el caso a raíz de los medios de comunicación.

El organism que depende del Parlament ha requerido información al Área de Prevención y Seguridad del Ayuntamiento de Barcelona. Solicita los nombres de los agentes de la Guardia Urbana que participaron en la operación, la unidad a la cual pertenecen y el informe que elaboraron tras el incidente. Una vez analizada la información, concluirá si es necesario o no depurar responsabilidades.

El caso despierta controversia

En paralelo, se ha preguntado a la Dirección General de la Policía del Departamento de Interior qué investigación está llevando a cabo el cuerpo de Mossos d'Esquadra para resolver un caso que ha levantado mucha polvareda.

La fundación Arrels ha pedido que se investiguen los hechos. De su lado, el teniente de alcalde de Seguridad, Albert Batlle, afirmó que "obviamente" les preocupan "las imágenes". También se ha pronunciado al respecto la alcaldesa de la ciudad. Ada Colau ha apuntado que los agentes implicados "tuvieron que actuar en una situación de máxima complejidad" y se ha comprometido a seguir informando de los hechos con "total transparencia".