Las obras de la línea 9 del Metro de Barcelona se podrían reactivar si el Banco Europeo de Inversiones (BEI) concede un préstamo que la Generalitat ha pedido por valor de 740 millones de euros. La decisión del BEI se conocerá este verano y podría representar un empuje en una obra que todavía necesita una financiación de casi 1.200 millones de euros en su tramo central (entre Zona Universitaria y La Sagrera) y en el ramal de la L10 en la Zona Franca, según estiman fuentes del departamento de Territorio y Sostenibilidad. Desde el Gobierno catalán, se asegura de que esta no es la única vía que se está estudiando para rehacer la arquitectura financiera de la L9/L10, aunque se trata de una opción atractiva teniendo en cuenta las buenas condiciones con que llegaría un préstamo del BEI. El Banco Europeo de Inversiones está analizando actualmente el proyecto, a pesar de que todavía en una fase "muy preliminar", según admiten desde la institución comunitaria. Mientras tanto, el Gobierno catalán sigue trabajando con los concesionarios implicados en el proyecto para evaluar todas las opciones, teniendo en cuenta que el BEI puede conceder o no el préstamo.
Concretamente, para poner en servicio toda la línea L9/L10 faltan 1.127 millones de euros. De estos, 835 millones de euros corresponden a la ejecución del tramo central (Zona Universitària-La Sagrera). Estos recursos se tendrán que destinar a la construcción de los 4,2 kilómetros de túnel que quedan para ejecutar y a edificar las estaciones del tramo central. Los 292 millones de euros restantes tienen que servir para acabar el proyecto de la línea 10 Sur entre las estaciones de Gornal y el extremo meridional de la línea, en la Zona Franca. Este dinero es necesario para construir la segunda vía y la catenaria, y para acabar de ejecutar las estaciones hechas en túnel y también en viaducto.
Obras de la L9 Sur en Ildefons Cerdà. Foto: Sergi Alcàzar.