Durante toda la mañana la Conselleria de Justícia ha sido un de acá para allá de policías. Los Mossos d'Esquadra que investigan la entrada de uno o más individuos en el departament de Carles Mundó están rastreando toda la planta noble, donde está el despacho del conseller, buscando micrófonos ocultos. Las personas que entraron de madrugada el domingo, parece que no se llevaron nada, pero podría haber dejado micrófonos o cámaras para espiar la actividad de la Conselleria.

Fuentes de Justicia confirman a El Nacional que hay cajones "reventados" y que abrieron secretaría y los cajones del despacho donde había dinero, aunque no se llevaron nada. Tampoco parece que tocaran nada del despacho del conseller, que tenía el ordenador portátil encima de la mesa. Ahora bien, la policía está rastreando, también, los equipos informáticos por si han sido manipulados.

¿Cómo entró?

La entrada en la Conselleria de Justicia tiene muchos interrogantes todavía. Desde las diferentes versiones que existen sobre cómo entró el individuo, hasta los motivos de esta entrada y el hecho de sí iba solo o acompañado. También se han cuestionado las medidas de seguridad de la Conselleria, que no supusieron ningún problema para entrar y pasear por dentro un buen rato.

Según fuentes del departament de Justícia, un individuo escaló siete pisos del edificio situado en la calle Casp de Barcelona. Lo hizo por el patio de luces de detrás y subió por uno de los tubos que canaliza parte de las conducciones del edificio. Una vez dentro, parece que habría entrado en diferentes despachos de la planta noble de la Conselleria, entre los que está el despacho de Mundó. Los vigilantes de seguridad de Ràdio Barcelona, que está ubicada a pocos metros, vieron un encapuchado por las azoteas de los edificios de al lado.

El otro hecho extraño es que los mismos vigilantes de la Conselleria recibieron la visita de un hombre, que se identificó como agente de la Policía Nacional española, que ofreció su ayuda ante los hechos. El CNP ha desmentido a El Nacional, que se trate de alguno de sus agentes y ha explicado que su actuación no se ajusta a los protocolos que se utilizan como colaboración entre policías.