El exseleccionador de fútbol femenino, Jorge Vilda, ha negado ante el juez haber presionado a la jugadora Jennifer Hermoso para defender públicamente a Luis Rubiales después del beso forzado en la final del Mundial en Sidney, aunque ha admitido que habló con el hermano de Hermoso después de que estallara la polémica. Vilda también ha negado cualquier tipo de coacciones al hermano de Hermoso para que convenciera a la jugadora para salir en un vídeo junto con Rubiales para sacarle hierro al acto. Vilda, que fue destituido el 5 de septiembre, ha guardado silencio en su llegada a la sede de la Audiencia Nacional. Durante su declaración como investigado, ha intentado desmentir la versión que la madrileña hizo ante la Audiencia Nacional. Durante su declaración, Hermoso defendió que el beso en ningún caso fue consentido, y que tanto ella como su entorno más próximo recibieron una "presión constante y reiterada" de Rubiales y su equipo para que "públicamente, justificara y aprobara el acto cometido contra su voluntad".

La RFEF ante el juez

El director de marketing de la RFEF, Rubén Rivera, también estaba citado a declarar este miércoles y ha negado su participación en las coacciones que investiga el titular del Juzgado Central de Instrucción Número 1, Francisco de Jorge. Rivera ha explicado que su tarea era trasladar la información de la RFEF a las mismas jugadoras. Además, ha negado que hablara con Rubiales o que este le diera ningún tipo de indicación. Este alto cargo de la RFEF se lo sitúa en Ibiza —mientras las jugadoras estaban de viaje celebrando el título— por presuntamente presionar a la jugadora. A esta acción se sumó el exdirector de la selección masculina, Albert Luque, que también se encuentra imputado y que declarará el próximo 16 de octubre, según el calendario fijado por el magistrado instructor. Fuentes jurídicas aseguran que la defensa de Rivera entregó el pasado viernes unos mensajes de WhatsApp que intercambió con las jugadoras.

Acusaciones cruzadas

El expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, señaló a Vilda como la persona que acudió al hermano de Jenni Hermoso para que hablara con ella. "Yo no sabía ni que el hermano venía en el avión. Yo me enteré después porque Jorge Vilda, que venía sentado detrás de mí, me dijo: 'Vengo de hablar con el hermano de Jenni, que es un tío razonable y tal, y hablará con ella", afirmó Rubiales.

Vilda, investigado, por un presunto delito de coacciones, también fue señalado por Hermoso durante su declaración en la Fiscalía. Sobre Vilda, la jugadora internacional apuntó que "me dicen que (Vilda) lleva dando dos vueltas en el avión para seguramente hablar con mi familia. Y fue en la tercera, porque mi hermano estaba dormido. Dicen que pasó una vez, pasó otra, hasta que ya lo vio despierto y se puso a hablar con mi hermano. Mi compañera Misa ya me dijo aquí que Jorge estaba hablando con mi familia", aseguró ante el juez.

Sobre Rivera, Hermoso afirmó que sus presiones se habían producido durante el viaje con sus compañeras a Ibiza, "nos vamos a Ibiza y el director de marketing, Rubén Rivera, me pasa el teléfono del de integridad, de Miguel Ángel Caba, para que diga la verdad, que el beso es una tontería, les pregunto si estoy obligada y me dice que sí, pero que no tardará nada. (...) Le digo que ya con el teléfono encendido lo llamaré y el director de marketing me dice que me carga el teléfono. Al cabo de cinco minutos dice que me lo da. Y yo le digo que deje el teléfono".