Un grupo de investigadores del Vall d'Hebron Institut d'Oncologia (VHIO) han descubierto el mecanismo que inhibe las células tumorales latentes que en algunos cánceres causan las recaídas en pacientes aparentemente curados. Son células que por su estado de latencia no mueren con los tratamientos actuales pero que pueden ser ''semilla'' de un nuevo cáncer o una metástasis años después ya que conservan toda su ''malignidad''.

Así lo ha explicado Héctor G. Palmer, investigador principal del grupo, que ha detallado que ya se ha empezado a trabajar en el diseño de nuevos medicamentos que podrán inhibir este factor o mecanismo y por lo tanto, eliminar también las células durmientes dentro de los tumores.

Palmer ha explicado que aunque un tumor pueda crecer, siempre hay unas células que deciden no multiplicarse y por lo tanto, quedarse ''en hibernación''. Son células mayoritariamente indetectables que permanecen en el organismo como si fueran ''semilla'' y se dispersan por diferentes rincones del cuerpo.

Para el investigador, es un comportamiento ''aparentemente poco importante'' pero que tiene relevancia por la resistencia a los tratamientos que presentan estas células, ya que actualmente, todos los medicamentos están diseñados para matar las células que se multiplican de forma ''incontrolada''.

El proyecto pues, se fijó el objetivo de encontrar ''uno punto débil'' para poder eliminar estas células latentes y este hecho ha sido el factor epigenético denominado TET2, responsable que células tumorales entren en estado de latencia reteniendo su malignidad. Palmer ha explicado que se han detectado muchos tipos de cáncer diferentes en que el TET2 está activo y por lo tanto, sus pacientes tienen más posibilidades de recaer. Sin embargo, considera que son los pacientes que más se podrán beneficiar de los futuros tratamientos que bloquearán este mecanismo.

El equipo está trabajando ya, en el diseño de estos nuevos medicamentos que podrían beneficiar a los pacientes de cáncer. Para Plamer es un proyecto ''ambicioso'' que implica que el grupo se embarca en un programa de desarrollo de fármacos, un proceso largo que puede comportar como mínimo unos 5 años de trabajo. Sin embargo, el investigador ha destacado que el estudio publicado a ''The Journal of Clinical Investigation'' representa una nueva diana terapéutica.

Los resultados de la investigación ha sido posible porque la Asociación Española Contra el Cáncer ha dado su apoyo económico para poder desarrollar el proyecto. Aparte, han intervenido otras ayudas que han permitido culminarlo.