Jordi Arasa se convirtió en una pieza de caza mayor de los grupos antisistema hasta que el año 2020 fue condenado a dos años y cuatro meses de prisión por golpear a unos manifestantes durante el desalojo de la plaza de Catalunya de Barcelona en el 15-M. Arasa fue el jefe del Área Regional de Recursos Operativos (ARRO) de la región de Barcelona y se convirtió sin quererlo en la cara visible de los antidisturbios de la policía catalana en la ciudad de Barcelona.

Su nombre y su apellido, con fotografías incluidas, corría como la pólvora. Después de varias denuncias, la Audiencia de Barcelona lo condenó a prisión por dos delitos, para haber golpeado, decía la sentencia de "manera injustificada", a dos de los manifestantes durante el desalojo de la plaza de Catalunya, que estuvo ocupada durante días por los "indignados", la cuna del partido que después capitalizó en el ámbito español Pablo Iglesias y Ada Colau.

Fue apartado de jefe del ARRO

Desde que la sentencia fue pública, y a la espera de que fuera firme, los Mossos d'Esquadra relevaron Arasa del mando del ARRO de Barcelona y lo enviaron a un despacho. Aunque incluso se llegó a incorporar como jefe del TEDAX -los especialistas en desactivación de explosivos de la policía catalana-, se frenó políticamente. Arasa ha sido destinado a la Región Policial de Barcelona de los Mossos d'Esquadra, donde tenía varios encargos, como también liderar la unidad motorizada de la capital de Catalunya, los Guilles. La dirección del cuerpo esperaba el pronunciamiento del Supremo para decidir qué hacer con Arasa, si finalmente la sentencia era firme y si tenía que ingresar en la prisión.

La defensa de Jordi Arasa, liderada por José Mª Fuster-Fabra, presentó un recurso contra la sentencia de prisión y ahora el Tribunal Supremo le ha dado la razón y lo ha absuelto de los dos delitos de lesiones y ha suspendido su entrada a prisión. Arasa sí que tendrá que pagar una multa de 9.000 euros y parte de las costas del procedimiento judicial, tal como consta al auto que ha dictado el Supremo y en el cual ha tenido acceso ElNacional.cat.

Puede volver a liderar el ARRO

El inspector, que fue ascendido de subinspector a inspector casi paralelamente cuándo llegó la sentencia, podrá recuperar ahora un lugar de mando que no sea apartado en un despacho. Arasa ha centrado su carrera en el orden público y ahora la sentencia, que le evita entrar a prisión y rebaja los delitos por los cuales fue condenado en un primer momento a únicamente una multa y sin inhabilitación, le abre la puerta a volver a liderar el ARRO de Barcelona que ahora dirige el inspector Ivan Quintana, un perfil más discreto que Arasa.