¿Sería posible en la actualidad evitar unas consecuencias como las del incendio de Horta de Sant Joan del verano del 2009 donde murieron cinco bomberos del GRAF?

Hay que valorar si las herramientas de protección son las mismas, si la organización del cuerpo se ha reforzado y si la sociedad está preparada para entender que no todos los fuegos se pueden apagar.

La seguridad en los incendios es precisamente lo que se trabaja estos días en la 14ª edición de la Cumbre Mundial de Seguridad en Incendios Forestales que este año se celebra por primera vez en Europa y que se hace en Barcelona. Más de 300 especialistas participan en las ponencias y por primera vez bomberos de los Estados Unidos han visitado Barcelona para explicar sus métodos. Algunos se asemejan a los de los bomberos catalanes, como las quemas controladas de superficies para hacer de cortafuegos y controlar los incendios forestales.

"¿Qué tenéis para protegeros ahora mismo? Conocimiento". Así de claro y directo se muestra el jefe de los GRAF, Marc Castellnou. Después de Horta de Sant Joan han "ganado experiencia", asegura.

Ocho años más tarde diferentes fuentes admiten que la manera de hacer del 2009 provocó, en parte, la muerte de los cinco bomberos. Una actuación de riesgo y un fuego incontrolado, que cambió de golpe la dirección, que acabó con la vida de los cinco GRAF y no está todavía claro si ahora se podría evitar. En Horta se nos planteó un reto con un incendio que cambió cinco veces de escenario en menos tiempo de lo que una persona es capaz de gestionar. Y eso es una situación de accidente", dice Castellnou, que a la vez admite que es importante evitar situaciones de riesgo: "La gestión de la incertidumbre y la inclusión de la seguridad a nivel estratégico, no sólo a nivel operacional, es una de las claves para trabajar de forma segura".

La experiencia y el conocimiento

Los bomberos han cambiado la manera de trabajar desde el incendio de Horta. Y esta nueva estructura es uno de los pilares de la seguridad. El director general de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamentos, Juli Gendrau, explica que Horta de Sant Joan "es una herida que se va cerrando" y que "después de Horta hay una experiencia y unos hechos que han hecho que haya un avance importante en la manera de actuar y hacer".

"El sistema de emergencias desde abajo hasta encima de todo, desde Horta de Sant Joan, se ha vuelto mucho más robusto", destaca Oriol Vilalta, presidente de la Fundación Pau Costa.

Para Vilalta, hay dos líneas en las que se tiene que avanzar con respecto a la seguridad: los gadgets tecnológicos, cualquier dispositivo que lleve al bombero o que se pueda hacer volar en torno al incendio, y la organización robusta. "No tenemos que olvidar que bajo el casco hay una persona y esta persona toma unas decisiones que pueden estar influenciadas por mil cosas que puedan pasar alrededor y, por lo tanto, la organización tiene que hacer que aquella persona pueda tomar las decisiones analizando las píldoras de conocimiento que necesita leer, ver o entender en aquel momento y que pueda seleccionar la información que necesita para tomar la decisión".

Castellnou insiste en que "el bombero no es un superhéroe que hace cosas que una persona no hace. Los bomberos son un equipo que hace cosas que solos no harían".

Nuevas herramientas

Entre las nuevas herramientas que se han presentado con motivo de las jornadas hay un refugio ignífugo que permite estar en zona de peligro durante 3 minutos y tiene un respiradero incorporado. Las mantas ignífugas de los bomberos de Horta de Sant Joan no tenían respiradero. Además el fuego les pasó por encima y las quemó.

VallFirest ha rediseñado la manta ignífuga. El nuevo refugio adapta un modelo americano, reduce en un kilo el peso, incorpora nuevos materiales y han conseguido que con el mismo tiempo y temperatura se llegue a los 50 segundos de protección, "que es muchísimo en una situación de atrapamiento", explica

En el kid hay un equipo de aire autónomo que garantiza 3 minutos de respiración asistida que evita que se quemen las vías respiratorias y que se trague humo, que es lo que acaba creando los problemas de intoxicación. ¿Con este refugio los bomberos GRAF de Lleida atrapados entre las llamas en Horta hubieran sobrevivido?

Javier Baena gerente de VallFirest no lo tiene claro. "La intensidad fue muy elevada y quizás con el aire hubiéramos podido hablar de situaciones diferentes, pero aquel atrapamiento fue un atrapamiento en el cual la supervivencia fue muy complicada. Es muy difícil sobrevivir a este tipo de accidentes".

Baena, que había sido bombero antes de montar la empresa de herramientas de protección, observa: "Horta sirve para replantearte qué se utiliza, cómo son los incendios del siglo XXI y qué equipos de protección necesitas para los incendios del siglo XXI". Porque cuanto más te expones, más riesgo tienes.

 

El director general apunta que se trabaja para que estas nuevas herramientas se puedan ir incorporando dentro de su material para que sean más eficientes y estén más seguros para hacer su trabajo". "Desde el Govern somos conscientes y estamos implicados", dice Juli Gendrau. El Govern aprobó hace unas semanas el plan estrategico de renovación del material que incluye herramientas para la seguridad.

"En situaciones normales, si tienes este equipamiento, te salvarás. Si tú haces las cosas bien hechas y trabajas sin tomar riesgos innecesarios, eso te ayudará. Pero no equipemos a nuestra gente con material para que puedan hacer cosas que los pondrán en situación de riesgo", destaca Marc Castellnou, que hace el símil con las medidas de protección de los coches para tomar consciencia que antes de utilizar estos aparatos hay que prevenir el riesgo: "La protección que tú llevas encima es como el airbag, los neumáticos del coche o el cinturón de seguridad. Ni el airbag ni los neumáticos ni el cinturón de seguridad te ayudarán si tú conduces a 220 kilómetros por hora, en contra dirección y contra una pared".

"En la seguridad una de las cosas que nos preocupa es que sólo se piense en los gadgets materiales, pero se tiene que hacer énfasis en la propia formación de los que intervienen en las emergencias", destaca Oriol Vilalta, que entronca también con el mismo discurso que el jefe de los GRAF: "Los bomberos llevan ropa inífuga, casco, botas y tenemos una organización. Nuestra potección es la organización. El conocimiento, la planificación y la respuesta".

El responsable de la Fundación Pau Costa tiene muy claro que los conocimientos de los bomberos les pueden salvar la vida: "La tecnología no substituye de la compleja tarea de pensar. En su formación es donde tenemos que incidir. Uno de los errores que podemos tener es que la tecnología nos lleve a creer que se tiene un grado de seguridad mayor".

A quién pertenece el riesgo

El riesgo no pertenece a los cuerpos de extinción, el riesgo pertenece a las personas que se están desarrollando en un territorio, que viven allí, que están de excursión... El riesgo es suyo y el sistema de extinción es absolver este riesgo y calmarlo y volverlo a una situación de tranquilidad.

Lo que percibe la sociedad y cómo se comunica la extinción de un incendio también son claves y es otro de los factores que ha cambiado desde el incendio de Horta de Sant Joan. Para Oriol Vilalta, "ahora se pueden tener algunos debates que antes de Horta no se podían tener". La sociedad no asumía que había una situación que no se podía solucionar y donde los equipos de emergencia no podían intervenir por el alto riesgo que suponía. "Esta complicidad con la sociedad sí que la hemos visto después de Horta de Sant Joan".

Según Oriol Vilalta, ahora la sociedad entiende que hay unas ciertas situaciones de riesgo que vale más no intervenir porque el riesgo que comporta puede ser mucho más perjudicial. "Y eso antes no se podía ni decir, porque también las estructuras de la Administración históricamente habían expicado que lo solucionarían todo. No puedes prometer que tú lo solucionaras todo", destaca.

Para el responsable de la Fundación Pau Costa, que la Administración haga creer al ciudadano que tiene los recursos suficientes para solucionar todas las situaciones de riesgo, en sí mismo es un riesgo. "El ciudadano tiene que saber que hay unas situaciones de riesgo conocidas en las cuales es parte de la solución, pero que el problema no se solucionará si el ciudadano no conoce estos riesgos inherentes.