La Generalitat da por cerrada la campaña forestal de este año y hace balance de los incendios. Ha habido más y han quemado más que en el 2015. En total 2.547 incendios, un 29% más que el año pasado, que han quemado un total de 2.166 hectáreas, 350 más que en el 2015.

El conseller de Interior, Jordi Jané, ha destacado que "no se ha producido ningún gran incendio, de más de 1.000 hectáreas", hecho que ha atribuido a una actuación "profesional, rápida, exigente e internacionalmente reconocida" de los Bombers de la Generalitat.

Jané ha destacado dos días de verano de "grave simultaneidad" de incendios, el 19 de julio y el 5 de agosto, que se abordaron "con una buena capacidad de respuesta".

Desestacionalización de los incendios forestales

En los últimos años, los Bomberos de la Generalitat han constatado una desestacionalización de los incendios forestales, que ya no se producen "sólo" en la época estival, sino que, cuando se dan las condiciones, pueden darse en cualquier punto de Catalunya, incluso en invierno.

En este sentido, recuerdan que los años 2013 y 2014 se produjeron grandes incendios forestales en invierno, en Vilopriu y Vall-llobrega, respectivamente. En la misma línea, este 2016 empezaba con un incendio forestal en Albinyana el día 6 de enero.

Factores clave de los incendios de este año

  • Al inicio de campaña, los incendios quemaban con intensidad pero se propagaban con poca rapidez.
  • La vegetación presentaba una memoria de sequía arrastrada desde el invierno, a pesar de las lluvias de la primavera. Eso explica que los fuegos se hicieran grandes y quemaran con intensidad, a pesar de la falta de velocidad.
  • Los episodios de simultaneidad de incendios, normalmente los días críticos, que obligaron a los Bomberos a marcar unas estrategias operativas muy concretas para hacer frente a varios incendios forestales simultáneos. Destacan los episodios de los días 19 de julio (incendios de Rocallaura, la Segarra y Santa Coloma de Farners) y 5 de agosto (incendios forestales de la Pobla de Montornès, Pontils, Cadaqués y Torroella de Montgrí).
  • Episodios de rayos, que han sido analizados y vigilados muy de cerca por los Bombers de la Generalitat, siguiendo las tormentas y transportando inmediatamente y de forma proactiva unidades operativas helitransportadas en la zona afectada por la tormenta eléctrica. Destaca un episodio con 5 rayos detectados al principio de julio en las Terres de l'Ebre, y otro episodio en el Pirineo, en agosto, con 6 igniciones causadas por un rayo entre el 9 y el 21 de agosto.
  • Este verano, se han dado temperaturas muy altas y hemos tenido poca lluvia. Esta situación ha sido desfavorable también para las zonas vecinas, como Galicia, Valencia y, sobre todo, Francia.
  • Especialmente los días de riesgo extremo, la tarea de análisis y seguimiento del riesgo con otros cuerpos de seguridad y, sobre todo, la colaboración y concienciación ciudadana y de los medios de comunicación social en la difusión del mensaje de alerta y de prevención han sido claves para disminuir el número de igniciones.
  • Ante una situación de sequía y de riesgo extremo, la rápida y contundente respuesta de los efectivos es un factor muy importante y clave en la estabilización de los incendios. Sin embargo, la sequía acumulada condiciona el comportamiento de los incendios forestales que generan focos secundarios que pueden tener continuidad en las zonas de vegetación fuera del perímetro del incendio.

"Algunos se creen Kilian Jornet"

El Departament d'Interior alerta del incremento del 18% de los rescates en las montañas catalanas entre el 15 de junio y el 15 de septiembre: 493 respecto de los 428 del año pasado.

El conseller Jordi Jané ha lanzado un mensaje de prudencia a la ciudadanía ante la temporada de recogida de setas que empieza este octubre: "Hace falta hacer una tarea de prevención, llevar el equipamiento adecuado y conocer bien el terreno".

"Algunos se creen Kilian Jornet o Núria Picas y después se pierden en la montaña y el coste lo asumimos todos", y ha destacado que este año el Govern no ha puesto ninguna sanción en los rescatados.

Ha calificado de "efecto Decathlon" que la gente compre artículos de excursionismo, vaya a la montaña sin una preparación adecuada y se pierda, y que eso provoque una intervención de los bomberos.

Ha advertido que la normativa prevé sanciones en casos de exageración, negligencia y poca preparación de los excursionistas, y ha advertido: "Si siguen aumentando los rescates, interpretaremos la normativa de manera más restrictiva".