Los Bombers de la Generalitat alertan del aumento de incendios provocados por situaciones de pobreza energética. La sobrecarga eléctrica que encendió el fuego que acabó con la vida de tres personas en el barrio de Sant Roc de Badalona el pasado 5 de enero no se trata de un caso aislado. Cuatro días antes, en la misma zona de este municipio también se produjo un incidente muy similar donde tuvieron que actuar los bomberos.

"Los incendios se iniciaron en instalaciones viejas y obsoletas", explica Antoni del Río, portavoz de UGT. Según explica el representante, la mayoría de los edificios afectados fueron construidos por los alrededores de la década de los sesenta y el sistema eléctrico también es de esa época. Estas condiciones hacen que las instalaciones sean más vulnerables a posibles sobrecargas.

La práctica de pinchar la luz es habitual en barrios como el de Sant Roc. En el edificio del número 244 de la avenida Marqués de Mont-Roig -donde se produjo el incendio- muchos de los pisos estaban sobreocupados y sobrealquilados. "La media era de unas siete personas por vivienda", asegura del Río. Según el portavoz, estas zonas quedan muchas veces fuera de los itinerarios que marcan los servicios sociales, hecho que contribuye a perpetuar una situación de extrema vulnerabilidad. "Es más difícil pedir ayudas oficiales que pinchar la luz", lamenta.

Con el fin de visibilizar el riesgo de prácticas como estas, que en algunos sectores y zonas de la geografía catalana ya son endémicas, los sindicatos de Bombers de la Generalitat se han sumado a la campaña La precariedad mata. Esta iniciativa -que a tomado bastante fuerza después del último incendio con víctimas mortales en Badalona- busca denunciar la grave situación de vulnerabilidad en la que se encuentran los vecinos de barrios afectados por la pobreza energética y la relación directa entre esta y el incremento de siniestros.

Protesta en Sant Roc

El próximo 10 de enero está convocada una manifestación que empezará en el número 244 de la avenida Marqués de Mont-Roig y que recorrerá el barrio de Sant Roc para pedir soluciones y medidas a las autoridades competentes. En este sentido, los Bombers creen que la prevención es la mejor manera de evitar nuevos incidentes. Según Emilio Cuadrado, sargento de guardia del parque de Badalona, los vecinos que se confinaron en sus viviendas durante el incendio del pasado 5 de febrero sobrevivieron. "Las puertas abiertas dan vía libre al fuego y al humo", explica y añade que algunas puertas con estructuras metálicas se dilatan con el calor y no pueden volver a cerrarse una vez abiertas.

Alerta de la Aliança contra la Pobresa Energètica

Por su parte, la Aliança contra la Pobresa Energètica (APE) ha culpado a la pobreza energética de los últimos incendios ocurridos en viviendas de Manresa, Badalona y Barcelona, y también ha criticado a las compañías eléctricas por su pasividad en estas situaciones.

En un comunicado, la APE ha afirmado que el peor de la situación es que aunque las personas en viviendas irregulares quieran regular su situación y pagar sus facturas, las compañías de suministros "se niegan a hacerlos contratos porque no tienen la titularidad de la vivienda".

Por eso, ha denunciado que las familias se encuentran "sin alternativas", haciéndose luz en muchos casos con velas, como el caso del incendio de Manresa del pasado 6 de enero. Según la asociación, también fue culpa de la precariedad energética el incendio al barrio de Santo Roc de Badalona