La criminalidad en Barcelona ha aumentado el 20,9% el primer trimestre de 2018 en comparación con el mismo periodo de 2017, según datos del Ministerio del Interior. Los hurtos y los robos con violencia en domicilios y establecimientos hacen elevarse el número de delitos en el municipio de Barcelona, como en la mayor parte de capitales catalanas. Los robatorios en domicilios siguen siendo una asignatura pendiente y un caramelo para bandas organizadas.

El año 2016 se contaron 35.484 delitos durante el primer trimestre del año, mientras que en el 2017 fueron 36.346, con una variación del 2,4%. En cambio, en el primer trimestre del 2018 ha crecido el 20,9%, con 43.958 delitos.

El principal problema son los hurtos. Han ascendido el 25,5%, al pasar de los 19.573 del año pasado a los 24.561 del 2018. En el 2016 fueron 18.950 y en el 2015, unos 18.726.

Los robos con fuerza en domicilios, establecimientos y otras instalaciones crecen el 24,5%. En 2017 se contabilizaron 1.631 delitos por los 2.031 de este año, de los cuales 1.427 se produjeron en domicilios, 332 más que en el 2017 —una variación del 30,3%.

Los robos con violencia e intimidación también tienden al alza. En 2016 hubo 2.333 delitos, en 2017 crecieron hasta los 2.489 (el 6,7% más) y ha habido 2.764 este año, el 11% más.

Los delitos graves y menos graves de lesiones y pelea tumultuaria han crecido el 7,8%, con 805 en el 2018.

En cambio, desciende el tráfico de drogas el 3,6% y los delitos más graves, como los homicidios y secuestros.