Más de un año de investigación, la ayuda de los vecinos y un golpe de fuerza con más de 1.300 efectivos de los Mossos han ayudado a desarticular una decena de clanes dedicados en venta al detalle de droga en los barrios del Besòs y la Mina de Barcelona. Una red mafiosa que incluso tiene en su expediente el homicidio registrado en Sant Adrià del Besòs el pasado 9 de noviembre. Los Mossos han dado por cerrado hoy con una comparecencia pública en la que han presentado un balance de 85 detenidos –44 de los cuales en la prisión–, la incautación de droga y armas. Ha sido el caso Titan-Picapiedra.
Un año de trabajo
Las pesquisas de los Mossos empezaron ahora hace más de un año por las denuncias vecinales en los barrios del Besòs y de la Mina de Barcelona y de Sant Adrià. La policía, tutelada por el juzgado número tres de Badalona, prefirió dejar hacer a los pequeños traficantes para descubrir la estructura que tenían detrás y así cortar desde la raíz la red de suministro y venta de cocaína y heroína.Estructura mafiosa
Las indagaciones, lentas, fueron bien. Según el portavoz de los Mossos, Xavier Porcuna, el tejido asociativo y vecinal ayudó a la policía a conseguir mucha información. Estirando el hilo, los Mossos descubrieron que los tentáculos de la red no se limitaban al Besòs, sino que llegaban hasta quince municipios.La red actuaba con una estructura mafiosa. Los camellos vendían las pequeñas cantidades de heroína y cocaína en "viviendas ocupadas". Los clanes familiares suministraban la droga en función de un reparto del territorio donde se vendía la mercancía directamente a los consumidores de Sant Adrià del Besòs y Barcelona. Actuaban como una franquicia sin mucha sofisticación, compraban la droga a un mismo "mayorista", y actuaban de manera independiente con ámbitos de actuación limitados, que en pocos casos se solapaban.
Un golpe de fuerza
Con toda la información recopilada, los Mossos llevaron a cabo una macrooperación la madrugada del lunes 23 de noviembre. Un operativo sin precedentes, con más de 1.300 agentes de los Mossos d'Esquadra, 70 secretarios judiciales, dos jueces instructores y dos fiscales.