Lo'Ayuntamiento de Barcelona está estudiando la compra de pistolas Taser, pistolas eléctricas no letales que permiten a la policía poder inmovilizar a personas que se muestran agitadas y violentas y que amenazan de causar daños a ellos mismos o a terceras personas. Hasta ahora el consistorio barcelonés, gobernado los últimos años por Comuns y el PSC, había evitado abrir este debate, pero ahora el jefe de la policía, el intendente mayor Pedro Velázquez, aprovechando el cambio de gobierno municipal, donde gobierna ahora el PSC de Jaume Collboni en solitario, ha rectificado y ha abierto la puerta a la compra de este material que hace años que reivindican los sindicatos de la policía de Barcelona.

El jefe de la Guardia Urbana de Barcelona ha comunicado que está a favor de la compra y uso de este material, pero lo ha hecho de la mano de los responsables políticos encargados de la seguridad de la ciudad, que avalan, ahora sí, la compra de estas herramientas policiales no letales, que sirven de recurso intermedio entre el uso de la defensa y el uso del arma de fuego. Se trata de una pistola no letal que permite actuar a la policía con situaciones en que personas violentas se enfrentan a la policía o quieren causar daños a otras personas con armas blancas.

Más de 150 incidentes donde se habría podido hacer uso de la Taser

El año 2023, según los datos de la Guardia Urbana, la policía de Barcelona tuvo que intervenir en 150 incidentes de este tipo. Hay que recordar el último caso, este año, cuando una patrulla tuvo que abrir fuego contra una persona que se abalanzó sobre los agentes con un arma blanca, con intención de hacerles daño. El agresor, que había anunciado que se quería suicidarse, resultó herido crítico por dos tiros de la policía, un hecho que los expertos aseguran que se habría podido evitar con el uso de las pistolas eléctricas que ahora quieren comprar desde el Ayuntamiento de Barcelona.

Este tipo de armas no letales ya las utilizan los Mossos d'Esquadra y algunas policías locales con un protocolo que regula el uso redactado y aprobado por el Parlament de Catalunya. La policía catalana hace varios años que las utilizan y son los jefes de turno de cada comisaría, o efectivos de unidades especiales, como la Brimo, que las llevan y las pueden usar, siempre grabando la actuación que, al momento, es enviada al juzgado de guardia. El protocolo que se tendrá que aplicar a la policía de Barcelona será el mismo que el que tienen actualmente los Mossos d'Esquadra.

El uso de este tipo de pistolas choca con la oposición de asociaciones del entorno político de la antigua alcaldesa, Ada Colau, que por eso evitó la implementación durante el pasado mandato. Ahora, con el cambio de gobierno, el consistorio y la misma Guardia Urbana, con el intendente mayor al frente, han iniciado el procedimiento para adquirirlas rectificando la posición mantenida hasta el momento. Está previsto que se redacten las cláusulas de contratación de las Taser durante los próximos días, con un presupuesto de 65.000 euros para 2024 y de 75.000 euros para el ejercicio de 2025.

Años de reivindicación sindical

Poder hacer uso de estas pistolas eléctricas ha sido reivindicado los últimos años por los sindicatos policiales de la Guardia Urbana y desde CSIF, uno de los sindicatos mayoritarios de la policía de Barcelona, celebran el cambio de rumbo político y que ahora acepten la compra de estas herramientas después de años de peticionarlo y tropezarse consigo con el gobierno de Comuns y PSC en contra. Se espera que las armas Taser sean una realidad antes de finalizar este 2024.