Greenpeace ha cargado este jueves contra los ayuntamientos de Madrid y Barcelona para anteponer los coches a la salud. La ONG ha responsabilidad los dos gobiernos, "que ignoraron el problema de la contaminación negándose a tomar medidas contra los vehículos contaminantes".

A través de un comunicado que llega justo después de la denuncia de Bruselas en España por la alta contaminación, la entidad recuerda que la directiva de la UE entró en vigor en el 2010, pero Madrid no implantó su protocolo hasta el 2015, y Barcelona hasta el 2017. Madrid Central no vio la luz hasta finales del 2018, y la Zona de Bajas Emisiones de Barcelona no lo hará hasta el 2020. Antes de estas medidas, "los gobiernos habían ignorado los reiterados avisos de la UE". Greenpeace reclama un peaje urbano y medidas contra la saturación marítima y aérea que sufre la ciudad.

La ONG ha lamentado que medidas necesarias como la unión del tranvía, las superislas o la extensión de los carriles bici hayan estado fuertemente criticadas cuando el gobierno de la ciudad las ha impulsado. La zona de bajas emisiones es "necesaria pero insuficiente", según Greenpeace.