Greenpeace ha presentado este martes una demanda contra la Comisión Europea ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) para etiquetar el gas natural y la nuclear como energías verdes. La denuncia de la ONG -secundada por un total de ocho organizaciones, entre ellas Greenpeace Espanya- va dirigida al sistema de clasificación de las energías aprobada por el ejecutivo comunitario el 22 de marzo pasado, donde se autorizaba que la nuclear y el gas natural pudieran recibir inversiones destinadas a impulsar la transición energética. Según Greenpeace, esta etiqueta es "una falsedad" y lamenta que muchas empresas contaminantes puedan utilizar los fondos para frenar la inversión en renovables.

Para una de las portavoces de la organización, Ariadna Rodrigo, la decisión del TJUE puede ofrecer a la Unión Europea "una oportunidad" para alcanzar los objetivos climáticos que se plantea. "Nos encontramos en una carrera contra el cambio climático y la ruptura ecológica", subraya, apuntando que la posición que ha adoptado la Comisión Europea "es inaceptable". Aparte de la presentación de la demanda, Greenpeace ha organizado una manifestación este mismo jueves delante la sede del tribunal, en Luxemburgo, que contará con la participación de activistas provenientes de zonas afectadas por la extracción de energías fósiles o próximas a plantas nucleares.

Greenpeace pidió una rectificación

El caso ha llegado a los tribunales después de que el septiembre pasado Greenpeace enviara una petición formal a la Comisión Europea para que rectificara la decisión de incluir el gas y la nuclear en la lista de energías sostenibles, una petición que el ejecutivo rechazó. El pasado mes de febrero la ONG recibió la respuesta de la Comisión Europea, la cual indicó que rechazaba la petición de Greenpeace de eliminar el gas y la energía nuclear de la taxonomía. La organización medioambiental ya adelantó que este abril presentaría una demanda delante del Tribunal de Justicia de la Unión Europea. El Gobierno austríaco también anunció una denuncia a la Comisión Europea por el lavado verde del gas y la energía nuclear.

Greenpeace argumenta que la inclusión del gas fósil y la energía nuclear por parte de la Comisión Europea a la taxonomía viola varias leyes de la UE y se basa en errores y deficiencias de procedimiento. Entre otros, la ONG afirma sobre el gas fósil que la Comisión estableció un umbral para las emisiones de carbono de la generación de energía con gas fósil de 270 gramos de CO2 equivalente por kilovatio hora. Eso no cumple la legislación vigente de la UE. El reglamento de taxonomía, la ley climática de la UE y el Acuerdo de París del 2015 no permiten más de 100 gramos de CO2 equivalente por kilovatio hora. Con respecto a la energía nuclear, argumenta que no cumple con el principio de "No Causar Daño Significativo" del reglamento de taxonomía. Las emisiones del ciclo de vida de la energía nuclear, la extracción de uranio, el uso de agua alto, la descarga de agua caliente y la generación a gran escala de desperdicios radiactivos violan este principio. Por lo tanto, la generación de energía nuclear también socava otros objetivos del reglamento de taxonomía.