El Club de Mar de Sitges tiene los días contados. El Ministerio para la Transición Ecológica ha ordenado el cierre y derribo inminente de las instalaciones de este club privado que se encuentra en primera línea de playa, que se fundó en 1952, por vulnerar la ley de Costas. La Dirección General para la Sostenibilidad de la Costa y el Mar envió este lunes la notificación de la orden del cierre y la consecuente demolición del Club de Mar de Sitges, previsto para el próximo 2 de junio. De esta manera se pondrá punto final a un largo litigio entre el Ministerio y el Club de Mar, que ha presentado numerosos recursos para evitar el fin de la actividad, incluyendo el pago de una multa de 60.000 euros por haber ocupado históricamente unos terrenos de dominio público marítimo-terrestre sin título administrativo.
Resoluciones judiciales firmes
La Delegación del Gobierno en Catalunya ha informado de que este proceso responde a una orden ministerial de 1994, confirmada por el Tribunal Supremo en 2003, después de varias resoluciones judiciales firmes dictadas por la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo. Recuerda que desde el 2018, la Demarcación de Costas ha impulsado medidas para la recuperación de este espacio, incluyendo la demolición de la piscina María Teresa y las zonas de almacenaje, gestionadas también por el Club de Mar. Al principio del 2024, Costas instó a la entidad a cumplir aquella resolución, dándole un nuevo ultimátum de tres meses. Dado que la actividad continuó, el Ministerio activó un expediente de cierre forzoso a través de la Abogacía del Estado, y a finales del 2024 el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) avaló el precinto de las instalaciones, y el recurso posterior presentado por el Club de Mar no prosperó.

El próximo 2 de junio, Costas precintará el Club de Mar, la piscina María Teresa y las zonas de almacén y, además del cese de las actividades, una empresa subcontratada "sin más trámites y avisos" iniciará el desmantelamiento de todas las instalaciones. "Se trata de ejecutar una sentencia judicial firme", afirma al delegado del Gobierno en Catalunya Carlos Prieto, quien destaca que el objetivo es "recuperar espacios de dominio público que habían sido ocupados de manera incompatible con la normativa vigente".
Los restaurantes Kansas y Pic-Nic, los siguientes
Según recuerda la Delegación del Gobierno en Catalunya, la intervención también contempla, en una segunda fase, la demolición de los restaurantes Kansas y Pic-Nic, pendientes de la firmeza del expediente sancionador. Una vez finalizada la demolición, el Ministerio impulsará "un proyecto de retroceso del paseo, con una naturalización, estabilización del sistema de dunas que permitirá recuperar hasta 10.000 m² de playa seca, mejorando la funcionalidad ambiental, el uso lúdico y la resistencia en los temporales". Según el delegado del Gobierno, "con este proyecto ganamos playa para todo el mundo y protegemos el litoral ante los efectos del cambio climático, ganando 10.000 metros cuadrados de playa al final del proceso".

El Club de Mar defiende que la ley "es obsoleta"
Desde el Club de Mar aseguran que "ni en estas resoluciones ni en la mencionada sentencia se hace ninguna referencia a la demolición del Club de Mar de Sitges. Tampoco en el auto en la cual hace referencia la Demarcación de Costas a Catalunya" y, por lo tanto, "nos encontramos ante una actuación ilegal, realizada por la vía de hecho y absolutamente de espalda al Derecho". Según la resolución, esta notificación no admite recurso. Con todo, desde el Club de Mar apuntan a la ACN que el aviso de derribo sin ningún proyecto asociado podría incumplir la ley, motivo por el cual confían en poder detenerlo. La entidad lamenta que la ley de costas "está completamente obsoleta" y defienden la continuidad de la entidad, con más de 70 años de historia. La junta del Club de Mar recuerda que el edificio está catalogado como BCIL (bien cultural de interés local) y avanza que tienen a punto toda la documentación para presentarla a la Generalitat de cara a elevar la protección y conseguir ser BCIN (bien cultural de interés nacional). Eso, asegura, los blindaría ante el derribo.
"El club es mucho más que una entidad deportiva, es una escuela de vida y un espacio de valores", sostiene a la presidenta, Gemma Marcé, y remarcan que reúnen a más de 400 familias asociadas, y hay 120 niños y jóvenes que practican deportes de vela cada semana. Al mismo tiempo, lamentan que el derribo pone en riesgo una treintena de puestos de trabajo directos e indirectos. En su comunicado, la Junta Directiva ha acordado adoptar todas las medidas legales pertinentes para evitar esta arbitrariedad que no solo ataca los socios y trabajadores del Club, sino también la sociedad sitgetana y el pueblo de Catalunya. "El Club de Mar hace un llamamiento a la sociedad sitgetana y a las instituciones para sumar esfuerzos y evitar una pérdida que sería irreparable", añade a la presidenta.
El ayuntamiento pidió una moratoria
El Ajuntament de Sitges, por su parte, ha hecho un comunicado en el cual afirma que ha tenido conocimiento de la decisión de demolición y que la Delegación del Gobierno y la Demarcación de Costas convocaron, de forma urgente, a los representantes del Gobierno municipal el pasado 8 de mayo para informar de la inminente orden de ejecución. El consistorio pidió una moratoria y lamenta que no se haya permitido aplazar la actuación, como mínimo hasta después de la temporada de verano, con el fin de minimizar el impacto sobre el tejido social, económico y deportivo del municipio. Además, también reclamó el proyecto de restitución de la zona una vez se ejecute el derribo y constata con preocupación que, hasta el día de hoy, todavía no se haya presentado ninguna propuesta concreta de rehabilitación urbanística de la zona afectada. El gobierno de la alcaldesa, Aurora Carbonell también manifiesta su desacuerdo con el rechazo de la Dirección General de la Costa y el Mar (DGCM) al calendario propuesto por el Ajuntament, y denuncia la ausencia de un proyecto claro para el futuro de este espacio.
Carbonell (ERC) ha trasladado personalmente el caso al president de la Generalitat de Catalunya, Salvador Illa, quien se comprometió a estudiar y abordar esta problemática. "El Gobierno Municipal de Sitges expresa su profunda preocupación por la situación actual del Club de Mar, una entidad histórica y querida por la villa, que se ve afectada por un fallo judicial que obliga a su derribo," concluye el comunicado.