La Generalitat se ha visto obligada a detener la subasta del antiguo hotel Mediterraneo de Sant Feliu de Guíxols, el último vestigio de la herencia Anlló, después de que un grupo de 3 personas hayan ocupado el edificio. Este inmueble formaba parte de un grupo de 21 lotes, que contenían también dos bajos comerciales en la calle Jacint Verdaguer de la misma localidad, propiedad de los hermanos Anlló. Con un precio inicial de 307.920 euros, el hotel ha tenido que ser excluido de la subasta porque la administración pública ha perdido la posesión a causa de la ocupación. Los dos locales comerciales tampoco han encontrado comprador, a pesar de que sí que han salido a subasta, ya que ninguna persona ha presentado ofertas para adquirirlos.

Los dos locales comerciales, que tenían un precio de salida de 45.360 y 100.320 euros, han quedado desiertos. Y el antiguo Mediterraneo no ha salido ni a subasta, porque la Generalitat lo tuvo que excluir de la convocatoria. Según informa a la Dirección General de Patrimonio, "por circunstancias sobrevenidas e imprevistas con posterioridad en la publicación del anuncio, de que hacían que la finca no se pudiera subastar en los términos que preveían las bases de la licitación".

El hotel Mediterraneo es el último de ocho establecimientos que pertenecían a los hermanos Joan y Francesc Anlló, que murieron sin dejar familia ni testamento el año 2002, pasando su herencia en manos de la Generalitat. La liquidación de este legado, que incluye varios inmuebles, además de los hoteles, todavía está en curso. La Generalitat ha vendido seis de los edificios, ya bastante degradados con el paso del tiempo, mediante licitaciones o venta directa desde el 2011, nueve años después de la muerte de los hermanos. El último hotel subastado fue el Rex II, adjudicado hace un año por 503.000 euros. El antiguo Regente se destinó a la Agencia Catalana de la Vivienda para la construcción de pisos públicos, mientras que el Mediterraneo y los dos locales de la calle Jacint Verdaguer fueron incluidos en la subasta junto con el Rex II, pero no encontraron comprador. Este verano, la Generalitat lanzó una nueva convocatoria que incluía los tres bienes procedentes de la herencia Anlló.

En la subasta celebrada este miércoles, la Dirección General de Patrimonio ha adjudicado diez propiedades por un total de 1,13 millones de euros, ubicadas en Barcelona, Bisbal de Falset (Priorat), Molins de Rei (Baix Llobregat), Puigcerdà y Santa Coloma de Gramenet (Barcelonès). Desgraciadamente, ninguno de estos corresponde a las propiedades pendientes del legado de los hermanos Anlló. La incertidumbre continúa sobre el futuro de estos bienes mientras se busca una solución a los problemas de ocupación que han interrumpido el proceso de subasta.