El diario francés Journal du Dimanche presenta hoy un amplio sondeo que pone de manifiesto la compleja situación política francesa a siete meses de las elecciones presidenciales, que deben tener lugar el 23 de abril del 2017. La elección presidencial francesa es por sufragio directo: si el 23 de abril ningún candidato obtiene la mayoría absoluta, el 7 de mayo habrá una segunda vuelta entre los dos candidatos con más votos. De momento, todavía no se han proclamado los candidatos: sin duda los sondeos pueden ser determinantes a la hora de formalizar algunas candidaturas.

Hollande en su nivel más bajo

En el sondeo se observa que el presidente François Hollande está en una posición muy débil: sólo un 15% de los franceses quiere que se vuelva a presentar a las elecciones, frente a un 85% que no lo quiere (y un 57% no lo quiere "de ninguna manera"). Los resultados todavía son peores que en abril, donde "sólo" el 80% deseaba que no se presentara a la reelección. Lo más sorprendente es que, a pesar de todo, tres de cuatro franceses creen que al fin, Hollande volverá a ser candidato. Queda bastante claro que los partidos no acaban de reflejar la opinión de los ciudadanos. Es posible, incluso, que con estos bajos niveles de popularidad, Hollande termine por renovar el cargo.

Desgastado entre derecha e izquierda

Lo más sorprendente es el gran desgaste que experimenta Hollande entre los que habían sido sus votantes. Sólo uno de cada tres de sus votantes de las últimas elecciones está dispuesto a repetir su voto. Un 59% de los simpatizantes socialistas están en su contra. El rechazo crece entre los sectores más desfavorecidos: el 90% de los obreros y el 84% de los pensionistas no quieren que se vuelva a presentar. Las elecciones primarias al Partido Socialista se prevén reñidas, aunque Hollande es el preferido de los militantes de su partido. A pesar de todo, es posible que tenga que ir a una segunda vuelta para enfrentarse a Arnaud Montebourg. En realidad, no hay ningún líder dentro de la izquierda francesa que sea capaz de aglutinar a los simpatizantes del Partido Socialista.

La derecha sin liderazgo claro

Tampoco la derecha consigue un liderazgo evidente. Alain Juppé tiene mejores perspectivas de voto (37%), pero Nicolas Sarkozy sube en las encuestas (ya llega al 31%). El electorado más centrista prefiere a Juppé. Los otros dos políticos de derechas con aspiraciones, Bruno Le Maire y François Fillon, de momento están bien lejos de sus rivales: Le Maire sólo alcanza el 13% y Fillon el 10%. Y, pese al alto nivel de insatisfacción de la ciudadanía hacia sus políticos, no parece que los movimientos antisistema y las nuevas formaciones políticas tengan ninguna posibilidad de plantar cara a las grandes fuerzas históricas